El jets meek es una ceremonia de origen maya que en Mérida ha perdido mucho terreno, pero en municipios del interior del estado las familias aún preservan esta tradición, incluso es parte de su vida cotidiana.
Hace unos días, una familia de Espita realizó con su pequeño hijo esta ceremonia considerada patrimonio intangible de la Península de Yucatán.
Fue todo un acontecimiento social, en el que participaron los padres, los abuelos y los padrinos de jets meek, que es considerado como el bautizo maya, aunque propiamente no lo es porque en esta ceremonia se ofrecen al niño opciones para que pueda desempeñarse en la vida.
El acontecimiento social fue documentado por el estudio Mariel Fotógrafos, de Martín Uicab, que compartió algunas imágenes en su cuenta de redes sociales.
En esta ceremonia por primera vez se carga al bebé a la altura de la cintura con sus piecitos abiertos en forma de compás. Como popularmente se dijera, “enjorquedato” a la cintura de sus padres o padrinos.
Se dan vueltas alrededor de la casa y en cada una de ellas se le ofrecen al niño o niña artículos que utilizará en su vida como adulto, a fin de que pueda ser un buen cazador, agricultor, profesor, ama de casa, maestra y cocinera.
Sin embargo, más recientemente se han añadido otros elementos de la vida moderna, pues a las coas, escopetas, machetes, sartenes, leña, agujas de hurdir y tirahules se han agregado lápices, reglas, utensilios de mensura y hasta laptops para que el pequeño o pequeña pueda ser un buen profesional.
Los tiempos pueden cambiar, pero no las tradiciones ancestrales del Mayab, como el jets meek.
Esta información fue elaborada con datos de la cuenta Espita Mx, Mariel Fotógrafos y la Enciclopedia Yucatanense.