[vc_row][vc_column][vc_column_text]La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró dos ejemplares de tigre de bengala que se encontraban en el Rancho Santa María, ubicado en el municipio de Baca, al no acreditarse su legal procedencia, entre otras irregularidades.
En atención a un reporte policiaco sobre la posesión ilegal y ataque a una persona de tigres de bengala en el Municipio de Baca, inspectores de la Profepa acudieron este martes 7 de agosto a realizar una visita de inspección al Rancho Santa María.
En el lugar se encontraron los dos ejemplares de tigre de bengala en confinamiento, pero al momento de la diligencia el inspeccionado no presentó la documentación federal para acreditar la legal procedencia de los felinos, así como tampoco se presentó el plan de manejo aprobado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ni plan de contingencia.
Se trata de un macho y una hembra de tigre de bengala (Panthera tigris), en etapa adulta juvenil, de los cuales no se detectaron faltas al trato digno y respetuoso, pero al no presentar la documentación que acreditara la legal procedencia, con fundamento en la Ley General de Vida Silvestre (LGVS), se procedió a su aseguramiento precautorio.
De acuerdo con la Profepa, los tigres de bengala son una especie exótica, que no se distribuye de manera natural en nuestro país, por lo que su manejo solo puede llevarse a cabo en condiciones de confinamiento que garanticen la seguridad de la sociedad civil y trato digno y respetuoso a los ejemplares, de acuerdo con un plan de manejo que debe ser previamente aprobado por la Semarnat.
Los tigres de bengala son una especie que se encuentra listada en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Uno de los tigres, como informamos en exclusiva, atacó a un adolescente de 14 años cuando el jovencito entró al encierro de los felinos y estuvo jugando un rato con ellos. La agresión ocurrió cuando quiso salir de la jaula y les dio la espalda. Uno de los animales se le abalanzó y lo mordió en la cabeza.
Roberto Gabriel Lozano Tamez , padre del menor, enseguida entró a rescatarlo, pero también fue atacado por el felino. Ambos quedaron gravemente lesionados y fueron llevados a un hospital particular en Mérida.
Anoche la Policía Estatal informó que Lozano Tamez fue trasladado a otra clínica privada, donde permanece bajo custodia por una orden de reaprehensión que tiene en Nuevo León, de donde es oriundo, por un caso de homicidio.
El trabajo de investigación de los agentes estatales permitió conocer que el individuo tiene una sentencia de 25 años de prisión, ratificada por la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Nuevo León.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]