[vc_row][vc_column][vc_column_text]Los yucatecos se preparan para vivir una de las navidades más austeras en los años recientes, la cual ha hecho recordar a las personas que superan los 60 años aquellos tiempos que a ellos les tocó vivir en su niñez, pero en las generaciones nacidas a partir del año 2000, es algo inédito.
La austeridad fue palpable desde el inicio de la temporada navideña, que si bien se adelantó como ocurre desde hace varios años, en esta ocasión incluso los comerciantes se preparon para la poca demanda de artículos de temporada.
Por ejemplo, hubo tiendas de autoservicio que este año no vendieron pinos navideños, como las mayoristas Sams Club y Costco, que desaparecieron de sus catálogos de venta este artículo tan demandado en años con mejor desempeño económico.
Los comercios yucatecos tampoco fueron pródigos en surtir otros productos decembrinos, como los adornos, luces y accesorios, que si bien en muchos casos se agotaron, la demanda no fue excesiva como en años anteriores, cuando tenían que resurtirse los anaqueles y bodegas.
Como anticipara José Manuel López Campos, presidente nacional de Concanaco oriundo de Yucatán, los comerciantes esperaban mover en este diciembre y Buen Fin las existencias que tenían, a fin de renovar sus productos, pero tampoco esperaban ventas como en aquellos años cuando la gente se cacheteaba por adquirir lo más reciente.
Las ventas “a tablas” se extendieron a otros productos como pavos, uvas, manzanas y latería utilizada en las cenas de Navidad y Año Nuevo. Las nueces desde hace uno o dos años desaparecieron de anaqueles de supermercados y para adquirirlos hay que ir a determinados puestos del mercado o en sitios especializados en su venta.
La austeridad se hizo presente también en las casas con decoración navideña, pues muchos se midieron ante el temor de que su consumo de electricidad se eleve y tengan que pagar cantidades exorbitantes de la CFE.
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