[vc_row][vc_column][vc_column_text]En medio de la crisis financiera que afecta a varias universidades públicas del país, directivos de la Universidad Autonóma de Yucatán (Uady) trataron de imponer medidas de austeridad al personal, las cuales han causado gran molestia porque entre los “sacrificados” no están los integrantes del círculo cercano al rector José de Jesús Williams.
Una de esas propuestas es una aportación que tendría que hacer el personal académico para pagar el servicio médico, porque la Uady ya no lo incluiría como prestación.
En un escrito, el Sindicato de Personal Académico de la Uady y la Asociación Civil “Docentes e Investigadores Universitarios de Yucatán” rechazan que hayan aceptado ya esa propuesta, como afirma el director de Finanzas de la universidad, Manuel Escoffié Aguilar.
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Asimismo, desmienten que estén de acuerdo en aportar el 6.5% de su salario más antigüedad para el pago de dicho servicio.
En su escrito también plantean lo siguiente:
1. En su presentación ante el personal administrativo y manual de la UADY, para justificar la propuesta, el C.P. Escoffié Aguilar afirma que ésta ya fue aceptada por los académicos, lo cual es falso, ya que dicha propuesta fue derivada de un acuerdo tomado en una mesa de trabajo conformada por las autoridades universitarias y un pequeño grupo de delegados de APAUADY, compuesto por el Secretario General, el Secretario de Conflictos, el Secretario de Finanzas, el Secretario de Organización y la Delegada de la Facultad de Enfermería. Cabe aclarar que dicha propuesta aún
no ha sido aprobada por la Asamblea General de Delegados de la APAUADY.
2. La propuesta de aportar el 6.5% del salario más antigüedad para el pago del servicio médico no está sólidamente justificada. Es necesario que se analicen otras medidas
de austeridad, incluyendo las compensaciones y demás prestaciones percibidas por los altos funcionarios de la Universidad.
3. Estamos en desacuerdo con la manera en que el Director General de Finanzas de la Uady ha estado presentando la información sobre el tema, ya que ha promovido un clima de temor e incertidumbre en los trabajadores de la Uady, así como enfrentamientos y divisiones entre el personal académico, administrativo y manual.
Por lo antes descrito y considerando que la salud de los trabajadores es un derecho constitucional, rechazamos categóricamente la propuesta arbitraria de aportar un porcentaje de nuestros ingresos para el pago del servicio médico. Solicitamos posponer la discusión de dicho pago, una vez efectuado la revisión del contrato colectivo correspondiente a este año. Invitamos a la comunidad universitaria a sumarse a este esfuerzo para la defensa de nuestros derechos laborales.
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Como hemos informado, la Uady es de las universidades públicas más caras del país tanto por lo que gasta en el sueldo de sus directivos como por lo que cuesta la formación de cada alumno.
De acuerdo con un estudio de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), la Uady era la segunda universidad más cara del país por el gasto que invierte en brindar educación a sus alumnos.
Sin embargo, este gasto excesivo no se refleja en sueldos del personal académico, sino en viajes disfrazados de cursos para los favoritos de los incondicionales del rector Williams, según denunciaron docentes e investigadores.
Como ejemplo de gasto eficiente está la Universidad de Nuevo León, que en 2017 aceptó a 184 mil 903 alumnos, de los cuales 77 mil 690 fueron de bachillerato y 107 mil 213 en Nivel Superior.
El subsidio que recibe por alumno es de 41 mil 808 pesos.
La Uady tiene 25 mil 046 alumnos, de los cuales ocho mil 500 son de bachillerato y 16 mil 500 en nivel superior, con un subsidio de 91 mil 059 pesos por estudiante.
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