[vc_row][vc_column][vc_column_text]Nuestro entorno y el valor de las especies de flora y fauna nativas nos permiten entender las características del proceso de la biodiversidad y su necesidad de su preservación, sostuvo el investigador Roger Orellana, catedrático del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY).
Al presentar su más reciente libro “Arecáceas Yucatanenses: Ciencia y Arte” el especialista destacó la importancia de conocer y dar el debido espacio a las 20 especies de palmeras originarias de la zona peninsular y que forman parte de nuestra forma de vida.
Orellana indicó que la investigación realizada sobre estas especies la realizó a lo largo de varias décadas y el trabajo que se publica lo integró en los últimos dos años; sin embargo espera poder publicar dos etapas que está desarrollando, sobre estas mismas especies.
El autor, investigador jubilado del Cicy dijo que dedicó este trabajo al docente campechano Ermilo Quero, quien fue su maestro y quien le enseñó muchos de los conocimientos y valores de estas especies endémicas de la península de Yucatán.
Este libro, sostuvo integra el conocimiento científico, así como las artes sobre estas especies.
Primeramente presenta 20 especies de palmeras yucatanenses: información botánica, distribución geográfica, usos, hábitat, estatus biológico y fenológicos, ilustrado con fotografías de cada especie en su ambiente natural.
La obra editorial integra también, mapas de distribución y el nombre de cada una acompañado de su respectivo glifo maya. Posteriormente muestra representaciones artísticas de las Arecáceas yucatanenses ilustrado con el arte de pintores de diversas épocas.
En sí esta obra, enfatizó será la primer de otras tantas que espera poder dar a conocer sobre nuevas aportaciones e investigaciones realizadas sobre estas especies de palmeras, si condición y aportación a la biodiversidad de esta región, apuntó.
Roger Orellana, doctor en Biología, docente Emérito del Cicy, pionero en la península de Yucatán en conservación y preservación de las especies nativas ha publicado una gran cantidad de artículos y títulos científicos sobre las especies endémicas de la región.
Por sus aportaciones y enseñanzas el jardín botánico regional de esta institución lleva su nombre. Creado en 1983, con una extensión de 2.5 hectáreas, el jardín se construyó en un antiguo plantío de henequén y al paso de los años, el crecimiento urbano lo ha convertido en una isla verde que contrasta con su entorno.
La rica colección de especies de este jardín lo ha convertido en un oasis de vegetación y refugio de fauna situado al norte de la ciudad de Mérida, Yucatán.
Este espacio fue declarado Museo Vivo de Plantas en 1999 por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y ante la misma, obtuvo en 2002 el registro como Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre.
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