La carestía sigue siendo un factor importante en el consumo y el gasto de los yucatecos. El reporte del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del primer semestre de 2023 ubicó la inflación en Yucatán en el orden del 8,7 por ciento, tres puntos por arriba de la media nacional, lo que impacta de manera importante entre la población más desfavorecida.
El informe emitido por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) especifica que, la inflación promedio nacional fue del 5,06 por ciento. El problema primordialmente que afecta a la región peninsular ya que, en tanto que, la inflación marcó su quinto mes a la baja en el país, en Yucatán no se alcanzaron estas cifras y se mantuvo, incluso por encima del promedio nacional.
Este dato coloca a Mérida entre las cinco ciudades del país más caras, y en tanto, en el centro del país, la canasta básica se adquiere en mil 48 pesos, en Yucatán se alcanza en mil 179 pesos, productos de primera necesidad en la Central de Abastos, considerado el punto con el precio de los productos más elevados.
Sobre este tema, la Cámara Nacional de Comercio e Industria en Pequeño (Canacope) informó que, los altos costos de las tarifas eléctricas, los combustibles y fletes mantienen los precios de los productos básicos por encima de los establecidos. En este sentido, las olas de calor que se han dejado sentir sobre la región han obligado a ventas importantes de reflescos embotellados, energizantes y fríos.
El dirigente de este organismo Jorge Cardeña Licona enfatizó que, el incremento de precios a insumos básicos no ha dado tregua y que los tenderos y comerciantes de tienditas, tendejones y minisúper han tendio que aplicar las condiciones debido a que, cada día es más dificil sostener los pequeños comercios con los productos que se venden que continúan en ascenso.
Aceite, enlatados, jabón de baño, incluso embutidos y refrigerados aumentan mes a mes, lo que afecta a las familias más desprotegidas que deben racionalizar su salario para poder llegar al fin de mes con los nuevos precios.
Insistió en que, los changarros y tendejones han sufrido estas olas de calor con la tarifa de energía que se elevó en mayo hasta un 7.1 por ciento en tarifa domiciliaria. Con ellos, vendedores de productos como dulces y golocinas, embutidos y postres se han exigido en equilibrar precios ante las alzas en harina, azucar y luz que son los que más cuestan para conservar sus manualidades que venden a minoristas o de manera regular desde sus domicilios, abundó.
