Aunque todavía es prematuro para establecer un balance general de toda la cuaresma, que para la mayoría no cumplió con las expectativas, el Viernes Santo resultó un auténtico tanque de oxígeno para los comerciantes de pescados y mariscos del mercado Lucas de Gálvez, ya que se registró una alta afluencia de consumidores que respetaron el último día de la vigilia y se enfocaron en adquirir productos del mar.
Desde las primeras horas de la mañana, se podían observar las filas de clientes para ingresar a la zona de pescados, lo que generó una mayor venta para los locatarios.
“Afortunadamente, el día ha estado como lo imaginábamos y es que ayer (Jueves Santo), las ventas no anduvieron del todo bien, no estuvo mal, pero no como hubiéramos querido. Hoy, la situación se ve mucho mejor, hay bastante gente comprando”, indicó Guadalupe Rodríguez.
Cabe señalar que gran parte de los comercios del centro de la ciudad y los mismos mercador Lucas de Gálvez y San Benito, lucieron cerrados, pero los yucatecos abarrotaron la zona de pescados, donde se ofertaron en mayor medida especies como la corvina, rubia, cazón y mojarra, además de mariscos como el pulpo y camarón. Como se sabe, ya se puede comercializar el mero, aunque su precio resulta elevado para los consumidores.
Al respecto, Carlos Sosa García, resaltó que en términos generales la temporada estuvo baja y lo mejor se reflejó en esta semana mayor, hoy principalmente.
“Hasta hace años, los viernes de Cuaresma vendía 150 kilogramos y ahora apenas 40, lo que sucede es que han aumentado las pescaderías en las colonias y fraccionamientos, y aunque no es más económico, se ahorran tiempo”, explicó.
“Otro motivo de las bajas ventas es que muchos ya no se cumple la vigilia como antes, ese respeto se ha ido perdiendo conforme avanzan los años”, concluyó.
