[vc_row][vc_column][vc_column_text]Plantacción
Por Víctor Hugo Lizama Morales
Payché o anamú (Petiveria alliacea)
Un motivante importante de nuestro interés por las plantas fue el distribuidor de una marca de aceites automotrices famosa que nos comentó que andaba en busca de plantas para crear cosméticos.
Esa persona dijo que su familia ya ha contaminado mucho con sus productos y que él está tratando de hacer un negocio que dé beneficios a la gente y que no dañe el ambiente.
Después de investigar plantas de todo el país concluyó que uno de los lugares con la farmacia más extensa es la Península de Yucatán.
Una de estas plantas es el llamado “Payché” (árbol zorrillo en lengua maya) o “Anamú” como lo conocen en Cuba. El Anamú tiene un origen amazónico, pero que también es muy común en América Central, el Caribe y África.
Esta planta puede tener un olor similar al ajo en sus raíces por lo que algunas personas le llaman hierba de ajo. En Perú se le conoce como múcura y en Brasil puede encontrarse como Tipi o anamú, pero se trata de la misma planta beneficiosa.
Sabía usted que algunas compañías farmacéuticas basan sus remedios contra la artritis en esta planta en particular, siendo un analgésico natural. Estimula el sistema inmunológico.
Se han hecho investigaciones que sugieren que esta planta puede ayudar a inhibir el desarrollo de cáncer de mama y combatir activamente ciertos tipo de cáncer como leucemia, y algunos cáncer cerebrales.
El Payché o anamú contribuye a disminuir niveles de azúcar, sin embargo, se debe emplear con precaución, ya que su efecto no debe combinarse con el de fármacos sin antes consultar con el médico.
Pero una de las principales bondades del Payché es combatir la prostatitis que es un proceso patológico caracterizado por dolor, inflamación e hinchazón de la glándula prostática. Ésta se sitúa debajo de la vejiga, justo delante del recto. La uretra y los conductos seminales del hombre, se unen y pasan a través de ella.
Se puede consumir a manera de infusión usando 30 gramos de la planta anamú seca por un litro de agua hirviendo y se deja reposar cinco minutos, consumiendo de una a tres tazas diarias para tratar los diferentes padecimientos antes mencionados. Otro recurso práctico es consumirla en cápsulas disponibles en Casa 14 (calle 60 x 59 y 61 bajos hotel Piedra de agua, Mérida).
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