El Laboratorio de Producción Primaria del Cinvestav Mérida confirmó la presencia de marea roja frente a las costas de Yucatán, tras detectar altas concentraciones del dinoflagelado Scrippsiella trochoidea, una especie reconocida por formar Florecimientos Algales Nocivos.
Aunque esta acumulación de microalgas ya puede ser considerada un evento de marea roja, los investigadores señalaron que, por ahora, no representa un riesgo inmediato para la fauna marina.
La más reciente muestra, recolectada el 15 de julio, arrojó resultados distintos al muestreo anterior del 8 de julio, cuando no se identificaron concentraciones significativas del organismo.
El fitoplancton se encuentra a unos 15 kilómetros de la costa y se mantiene en forma de manchones dispersos, sin evidencias de fauna marina muerta ni condiciones de anoxia, es decir, ausencia total de oxígeno en la columna de agua.
La franja costera más vulnerable a este tipo de eventos se extiende entre Chuburná y Dzilam de Bravo, zona por la que el actual manchón ya transitó.
Si bien el florecimiento no ha alcanzado la severidad de años anteriores, los especialistas del Cinvestav subrayaron la importancia de continuar con el monitoreo constante, dada la capacidad de esta microalga para alterar las condiciones ecológicas del entorno.
El laboratorio remarcó que tanto el episodio de marea roja actual como el registrado en 2022 son señales claras del deterioro en la calidad del agua en la región.
En este contexto, reiteraron la urgencia de implementar medidas efectivas para evitar descargas de aguas residuales, especialmente aquellas provenientes de desarrollos urbanos recientes y de actividades agropecuarias cerca del litoral.
Aunque el fenómeno no constituye una amenaza crítica en este momento, su presencia reafirma la necesidad de atender de manera integral el impacto humano en la costa yucateca.
El Cinvestav advirtió que sin acciones correctivas, la recurrencia de estos florecimientos podría intensificarse y generar afectaciones más severas en el ecosistema marino.