Mérida, Yucatán. A pesar del crecimiento desmedido de la ciudad, un pequeño fragmento de vegetación en Mérida sigue albergando una importante diversidad de mamíferos silvestres, según revela un estudio reciente de investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y el Grupo DIMYGEN-CEGES.

La investigación, realizada por Mircea G. Hidalgo-Mihart y Javier Enrique Sosa-Escalante, documentó la presencia de nueve especies de mamíferos medianos y grandes en un terreno de apenas 38 hectáreas, ubicado en una zona urbana no protegida. Entre las especies más abundantes destacan el zorro gris (Urocyon cinereoargenteus) y el venado cola blanca (Odocoileus virginianus).

Mediante el uso de cámaras trampa durante las temporadas seca y lluviosa, los investigadores no solo identificaron las especies presentes, sino también sus patrones de actividad. Encontraron que mientras el venado y el coatí (Nasua narica) son mayormente activos durante el día, otros como el conejo (Sylvilagus yucatanicus) y el zorro presentan mayor actividad al amanecer y al atardecer. El zorrillo (Spilogale yucatanensis), por su parte, concentra su actividad durante la noche.

Un hallazgo preocupante fue la superposición de actividad entre la fauna silvestre y los animales ferales, como perros y gatos, que deambulan por el área y representan una amenaza para las especies nativas. “La presencia de fauna feral impacta negativamente a los mamíferos silvestres, poniendo en riesgo su supervivencia”, advierten los autores.
El estudio subraya la necesidad urgente de implementar estrategias de conservación y manejo en los fragmentos de vegetación urbana para proteger la biodiversidad que aún persiste en medio de la expansión de la ciudad.
Mérida, como muchas ciudades latinoamericanas, experimenta un crecimiento horizontal que invade áreas naturales, fragmentando hábitats y afectando los ecosistemas locales. Sin embargo, la resiliencia de estas especies muestra que, con acciones adecuadas, aún es posible conservar vida silvestre en entornos urbanos.