Alistan casas de acogida e incluso iglesias de Yucatán para recibir a una eventual oleada de migrantes deportados desde Estados Unidos que llegarían al territorio estatal.
La Arquidiócesis, a través de su Pastoral de Movilidad Humana, confirmó que ya se establecieron las bases para brindar apoyo a los paisanos y personas de otras nacionalidades que sean repatriadas, con el fin de apoyarlos a cubrir sus necesidades básicas.
El arzobispo, Gustavo Rodríguez Vega, reconoció que estos requerirán empleo e incluso, no se descarta que las iglesias puedan servirles de albergue durante su estancia.
“Para ver, qué podemos hacer, qué cantidad de gente se supone que esperamos y qué otras necesidades pueden haber, aunque lleguen a sus pueblos, es gente que va a necesitar trabajo, fuentes de trabajo, a ver qué es lo que tenemos que hacer. Si no tenemos espacio suficiente en los lugares que están designados, si podría ser, claro que sí se usarían las iglesias”, comentó.
Precisó que cada diócesis se está abordando este tema de la atención a migrantes, ante las constantes amenazas del gobierno de Estados Unidos de realizar deportaciones masivas, labor en la que también hay apertura para establecer acuerdos con las autoridades en este rubro.
En el caso de Yucatán, desde 2018 se habilitaron las casas de acogida para migrantes, Casa Cliford, en el barrio de la Ermita del Centro Histórico, y Casa Betania, en la colonia Castilla Cámara, en el sur de la ciudad para apoyar a estas personas.
Rodríguez Vega también lamentó que se considere a los migrantes como delincuentes, por lo que pugnó porque este tipo de situaciones cesen.