Reciente hallazgo registrado en Chichén Itzá sorprende a los especialistas, pues se trata de una mesa de piedra en cuyo borde hay diversos jeroglifos y diseños de personas, entre ellas de cautivos mayas, con una antigüedad de poco más de un milenio.
El arqueólogo José Francisco Osorio León destacó la importancia del descubrimiento, por lo que se realizan los respectivos estudios para comprender el contenido.
Comentó que en la mesa pétrea hay diseños de personas que están atadas a una cuerda, que por algún motivo fueron puestos a disposición como cautivos.
El objeto lítico, de piedra caliza, tiene un largo de 1.60 metros y un ancho de 1.4 metros, cuyo contenido glífico fue presentado al director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Yucatán, Eduardo López Calzada.
Osorio León comentó que estaba enterrada en el Templo de los Caracoles, en el área conocida como Chichen Viejo, cuyo edificio data del Clástico Tardío-Terminal (900-1000 dC).
Comentó tal pieza precolombina “fue reutilizada como una mesa, es decir, no corresponde al Templo de Caracoles, y aunque fue tallada en Chichén Itzá se desconoce el sitio exacto de donde colocada y posteriormente llevada hasta donde fue encontrada, donde sirvió como un altar”.
López Calzada realizó la supervisión de los trabajos de conservación general y restauración de la zona arqueológica, en su temporada 2019, que tiene el objetivo de asegurar el estado de conservación de los monumentos arqueológicos, de dicho sitio Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Los trabajos se realizan en el área conocida como Chichen Viejo del Grupo de la Serie Inicial, que incluyen edificios monumentales de los periodos Clásico Terminal, Posclásico Temprano.
El funcionario explicó que “corresponden a investigación y rescate de sectores de Chichén Itzá que incluían núcleos secundarios adyacentes al área central, entre ellos el grupo arquitectónico llamado popularmente ‘Chichén Viejo’, aunque la denominación no refiere a que sea más antiguo.
El área donde especialistas del INAH – Yucatán trabajan actualmente se sitúa a 800 metros al Sur del complejo ceremonial de Las Monjas de Chichén Itzá, y se une a él a través del Sacbé 25 y el Sacbé 26.
Detalló que cubre un área de 150 metros norte-sur por 125 metros este-oeste, y sobre una plataforma amurallada hay ocho estructuras principales, tres plataformas y algunos conjuntos habitacionales.
Abundó que tiene seis accesos, el principal en forma de un gran arco con bóveda y muros redondeados.
El proyecto es dirigido por los arqueólogos José Francisco Osorio León y Francisco Pérez Ruiz, investigadores adscritos al Centro INAH Yucatán.
Asimismo, se cuenta con la participación de los arqueólogos Abimael Josué Cu Pérez, Alfonso Emmanuel Argueta Estrada, Cesar Antonio Torres Ochoa, Nelda Issa Marengo Camacho, entre otros.
Entre los trabajadores se encuentran más de 50 jornaleros de San Felipe Nuevo, Pisté, e Xcalacop comisarías de Tinúm, quienes contribuyen a devolver el esplendor a Chichén Itzá con un recurso de tres millones de pesos.
Los edificios que son intervenidos son la “Estructura de los Estucos”, el “Templo de los Sacrificios”, el “Palacio de los Falos”, y “La Casa de los Caracoles”, entre otros que recibirán limpieza y mantenimiento general.
López Calzada añadió que entre enero y febrero del próximo año, iniciará la Temporada 2020 del Proyecto Arqueológico Chichén Itzá, en el cual se empleará a más de 60 trabajadores.