La impresión de los libros de texto realizada por la SEP para el ciclo 2023-2024 para educación básica fue una pifia, aseguró Pedro Sánchez Escobedo, doctor y docente de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady).
En realidad, el problema radica en que, los maestros no han recibido la capacitación necesaria para la aplicación de la estrategia educativa de la llamada Nueva Escuela Mexicana y el proceso de enseñanza se mantendrá como se ha hecho antes, apuntó. Además, los reportes indican que los libros de texto tienen contenidos no científicos, errores que deben de corregisrse y donde no participaron especialistas y profesionales de la educación para modificar dichos contenidos, sostuvo.

Sánchez Escobedo recalcó que, en general las escuelas de nivel básico necesitan mucha más atención y los niños deben de tener espacios limpios, dignos, servicios, equipamiento, materiales y los maestros mayor información, capacitación y visión en la ensenza para poder cumplir debidamente en el proceso de la transmisición del conocimiento.
Detalló que, no ha logrado obtener los nuevos libros de texto y revisar materiales y contenidos, pero, a través de otros investigadores nacionales, tiene información sobre los contenidos de los libros, contenidos que están denunciando la Asociación de Padres de Familia y que obligaron a judicializar el proceso de la entrega a las escuelas en los estados.
Recalcó que, la información de los libros de texto, contenido, debe de ser en todo momento pedagógica, educativa, objetiva, crítica, formativa, científica, aspiracionista, como lo establece la misma Constitución y los maestros deben de ser corresponsables con estas mismas formas para aplicar la enseñanza y llevar la educación de un infante en proceso de desarrollo.
La educación debe de ser aspiracionista porque, un ser humano debe de aspirar a educarse para tener una mejor calidad como ciudadano, objetivo indispensable de la educación, recalcó. Con ello, mejorar su forma de vida, social y economicamente, integralmente, crecer para tener mejores condiciones de sensibilidad, humanidad y compromiso consigo mismo y sus semejantes y por ende, con su entorno, su sociedad, su ciudad, su país, dijo.
Sánchez Escobedo apuntó que fue una verdadera pifia imprimir nuevos libros de texto sin la consulta de los entes que forman la sociedad, porque, si bien en una potesdad del gobierno realizar la impresión y distribución, también es un corresponsabilidad social exponer motivos y condiciones de los cambios y que democraticamente la sociedad valide estos cambios, argumentó.
Según la Secretaría Estatal de Educación en Yucatán (Segey), un total de 2 millones 478 mil 977 libros de texto se mantendrán en bodega y no se entregarán para el apoyo educativo de los cerca de 650 mil niños yucatecos, que iniciarán el curso escolar el próximo lunes 28 de agosto.
En el caso de Yucatán, el gobierno estatal se sumó a la controversia constitucional solicitada por la gobiernadora de Chihuahua Maru Campos, para detener la distribución de los libros de texto gratuitos. En tanto que, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concedió al estado de Chihuahua la suspensión de los libros en planteles de educación básica y continúa la exigencia de revisión de la información de los libros por expertos.