En medio del debate nacional por la reducción de la jornada laboral, Yucatán se perfila como uno de los estados que respalda con fuerza la propuesta para trabajar 40 horas a la semana. La CROC y representantes empresariales coinciden en que la medida representa un paso hacia la dignificación del trabajo y el equilibrio entre la vida laboral y familiar.
Sobre este tema, Pedro Oxté Conrado, secretario general de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos en Yucatán (CROC) y presidente del Congreso del Trabajo en el Estado, destacó que la reforma es necesaria para avanzar en los derechos laborales.
“Esto dignifica al trabajador. Queremos mejores condiciones sin afectar la productividad”, declaró.
El sector empresarial, por su parte, no ha cerrado la puerta a la reforma. Aunque la Coparmex ha señalado la urgecia de dialogar entre las partes antes de aprobar una ley a modo.
En su caso, es una preocupaciones sobre el impacto económico, también reconocen que una jornada más corta puede traducirse en mayor bienestar y eficiencia laboral, manifestó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
La postura común es que la transición debe hacerse de manera gradual y con amplio consenso, para no poner en riesgo la operatividad de los negocios, reclama la Iniciativa Privada.
A nivel federal, a partir del 2 de junio se instalará mesa de diálogo para analizar la implementación de la reforma. El objetivo, dijo, es lograr acuerdos entre todos los sectores para que la reducción de la jornada se consolide progresivamente y esté totalmente vigente en 2030.
En Yucatán, tanto trabajadores como empresarios se preparan para participar en este proceso nacional. Se prevé que sindicatos, cámaras empresariales y autoridades locales formen parte de las mesas de trabajo, con el fin de definir cómo se aplicará la medida en los distintos sectores productivos del Estado.
La jornada laboral de 40 horas semanales es una demanda histórica del movimiento obrero en México. De concretarse, marcaría un cambio importante en la legislación laboral del país y un avance en la calidad de vida de millones de trabajadores, el objetivo es reducir 8 horas semanales la jornada pasando de 48 a 40 horas efectivas.
El sector empresarial ha señalado que, no ajustar debidamente el proceso obligaría a reducir el trabajo formal, reducir el salario de los trabajadores y aplicar medidas para la productividad en las empresas.