Yucatán se encuentra en fase de eliminación de la transmisión de paludismo o malaria, ya que desde 2005 se carecen de casos autóctonos, afirmó la especialista en salud pública del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Lilia Guadalupe Solís Farfán.
Hasta el momento, solamente Tlaxcala ha recibido la certificación como estado libre de transmisión, y en Yucatán se lleva 17 años sin casos de personas infectadas en la entidad.
Informó que los programas de lucha contra el paludismo permiten el desarrollo de medidas especiales para evitar la infección de esta enfermedad, en especial, en Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo y Tabasco, así como en Chihuahua, Durango Jalisco, Sinaloa y Sonora.
En el marco del Día del Paludismo, la responsable de la Unidad de medicina Familiar de Muna, explicó que el Issste realiza campaña de prevención contra el mal pidiendo a la ciudadanía en general que realice una limpieza en sus predios y evite cacharros que favorecen la proliferación del mosquito que lo trasmite.
Definió el paludismo como una enfermedad potencialmente mortal causada por parásitos que se trasmiten al ser humano por la picadura de mosquitos Anopheles, específicamente las hembras infectadas del género Plasmodium.
“La transmisión es más intensa en lugares donde los mosquitos tienen una vida relativamente larga que permite que el parasito tenga tiempo para completar su desarrollo en el interior de su organismo”, acotó.
Resaltó que la trasmisión también depende de las condiciones climáticas que pueden modificar el número y la supervivencia de los mosquitos, como el régimen de lluvias, la temperatura y la humedad.
“En muchos lugares la transmisión es estacional y alcanza su máxima intensidad durante la temporada de lluvias”, subrayó.
Señaló que los brotes se producen cuando el clima y otras condiciones favorecen súbitamente la transmisión en zonas donde la población tiene escasa o nula inmunidad, o cuando las personas se desplazan a zonas con alta incidencia, como ocurre con los refugiados y los trabajadores migrantes.
Recalcó que hay dos métodos de lucha contra los vectores que son eficaces, los mosquiteros tratados con insecticidas y la fumigación de interiores con insecticidas de acción residual.
Explicó que tras la infección los síntomas suelen aparecer entre 10 y 15 días, puede haber fiebre, escalofríos y dolores de cabeza que pueden ser leves; si no se trata el paludismo a tiempo, la enfermedad puede agravarse incluso causar anemia grave, sufrimiento respiratorio relacionado con la acidosis metabólica o paludismo cerebral.
El diagnostico se efectúa mediante examen microscópico de gota gruesa de sangre, ante los síntomas hay que realizar el estudio de diagnóstico a los lactantes, los niños menores de cinco años, las embarazadas y los pacientes en general, buscando la presencia de plasmodios en cualquiera de sus formas, para lo cual existen pruebas rápidas que detectan el paludismo.