[vc_row][vc_column][vc_column_text]El mal uso de los insecticidas en Yucatán provocaría la aparición de insectos transmisores de enfermedades cada vez más resistentes a estos químicos, y por ende, los brotes epidemiológicos serían más difíciles de controlar, advirtió el especialista de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Roger Iván Rodríguez Vivas.
“Yucatán corre el riesgo de sufrir brotes de enfermedades trasmitidas por vectores, debido al mal uso de los organofosforados”, abundó.
Resaltó que la situación se complicaría aún más, debido al aumento del número de casos de mujeres con cáncer debido a la sobreexposición de sustancias químicas utilizadas en el campo, al mismo tiempo que la leche materna está contaminada.
Anualmente se tira al aire libre cerca de 70 toneladas de envases de agroquímicos, es decir, plaguicidas, herbicidas y garrapaticidas, entre otros contenedores de agroquímicos, generando un grave problema de salud.
Por su parte, la especialista del Instituto Nacional de Salud Pública, Patricia Penilla Navarro, afirmó que el uso de pesticidas para la prevención de enfermedades emergentes transmitidas por vector son prácticas comunes en México, y Yucatán no es la excepción.
Sin embargo, consideró que el uso descontrolado de un solo tipo de insecticida genera que el vector se torne inmune, y por ende, continúa con la propagación de las enfermedades emergentes, es decir, las descubiertas durante los últimos 20 años.
Al mismo tiempo, provocarían un brote de patologías transmitidas por vector, el caso del Aedes aegyptis, el trasmisor del dengue, chikungunya o zika, todo ello, sin contar otros males propagadas por otras especies del dípteros, así como son la mosca o pulga infectados.
Explicó que la fumigación o dispersión aérea, “Es el método de control utilizados para disminuir las poblaciones de insectos vectores y consecutivamente bajar la incidencia de la enfermedad que transmiten y el contacto vector-humano”, acotó.
“Hay parásitos que requieren una determinada cantidad de días para desarrollar su ciclo biológico, por lo que si se interrumpe el tiempo de vida del parásito, directamente se impide la transmisión de la enfermedad”, aseveró
Aseveró que el uso indiscriminado de pesticidas y sin estudios previos genera la evolución del grupo de insectos con la capacidad de tolerar dosis de insecticidas que normalmente serían mortales para estos.
El uso correcto de plaguicidas o insecticidas en la salud pública tiene tal importancia debido a que son muy pocos las sustancias usadas y los nuevos diseñados para el control de vectores”.
Consideró de esencial su uso juicioso, selectivo y específico para no aumentar la vida efectiva de los vectores.
“Hablar de resistencia es hablar de mutaciones donde actúan los insecticidas, fenómeno que es estudiado en el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP)”, se aseguró.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]