La vacuna contra la enfermedad de Chagas se encuentra en su última fase de revisión antes de recibir la aprobación definitiva, por lo que no se descarta que en poco tiempo pueda estar disponible para la población, informó la directora del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Eugenia Guzmán Marín.
“Sí, la vacuna del Chagas es una vacuna terapéutica que ya está en desarrollo, ya está en la última fase para su aprobación y para que pueda comenzar a aplicarse. Está prácticamente concluida”, señaló la investigadora, al destacar que se trata de un avance significativo derivado del trabajo de décadas que ha realizado el centro universitario en torno a esta enfermedad.
Guzmán Marín recordó que la Fundación de Chagas y la línea de investigación iniciaron en 1975, con el doctor Jorge Zavala Velázquez, primer director del Centro “Hideyo Noguchi”.
“Es una de las líneas pioneras del centro, porque desde su creación se ha explorado el tema desde la parte epidemiológica, de vectores y reservorios, al tratarse de una enfermedad zoonótica”, explicó.
La especialista detalló que el mal de Chagas es una enfermedad que se transmite entre humanos y mamíferos, mediante un vector transmisor, la chinche besucona, la cual propaga el parásito trypanosoma cruzi, el cual se aloja en los órganos vitales del infectado, aunque la afección se manifiesta años después.
De acuerdo con información del laboratorio de Parasitología del CIR-UADY, la vacuna se basa en la proteína recombinante Tc24 y su primera fase se aplicó a 60 pacientes voluntarios sanos, residentes en la Ciudad de México, sin antecedentes de exposición en áreas endémicas.
Las muestras de sangre de los participantes se enviaron al laboratorio en Mérida para realizar ensayos inmunológicos y evaluar la respuesta del organismo.
Este biológico fue evaluado inicialmente hace unos 15 años como una vacuna de ADN en el mismo laboratorio, donde los estudios preclínicos en ratones permitieron determinar la dosis, el adyuvante más adecuado y los esquemas de inmunización.
Los avances alcanzados en los últimos años han permitido consolidar su formulación actual como una vacuna terapéutica.
En este mes de octubre, las autoridades regulatorias federales ofrecerán una retroalimentación al Centro “Hideyo Noguchi” sobre el desarrollo del biológico.
Si los resultados son positivos, los ensayos clínicos podrían iniciar entre octubre de este año y marzo de 2026.
Actualmente, se estima que alrededor de seis mil personas en Yucatán están infectadas con el mal de Chagas. No obstante, Guzmán Marín subrayó que no hay un municipio más afectado que otro, sino que el principal reto es el desconocimiento social sobre la enfermedad y las condiciones precarias de vivienda que favorecen su propagación.