Un joven con mucho futuro por delante, inteligente, estudioso, con calificaciones entre 8 y 10, además de gusto por el dibujo y la pintura, necesita de un aparato auditivo de 11 mil pesos que la familia no puede costear.
Es David Poot Noh, un menor de 14 años de edad, radicado en Maxcanú, que nació diagnosticado con hipoacusia unilateral, pero que en un futuro si no se atiende a tiempo correctamente puede perder la audición por completo.
“No escucha nada en el lado izquierdo y aproximadamente un 30 por ciento del lado derecho. Hace como año y medio o dos años, mi hijo solicitó un apoyo y le dieron un aparto para que escuchara, pero ahora lo llevamos a hacer un estudio para darle seguimiento y nos dijeron que el niño lejos de estar mejorando está perdiendo más la audición”, indicó doña María, su tutora.
“Necesita un aparato nuevo y es lo que queremos buscar, el que le dieron antes no es adecuado para lo que él tiene, yo no entiendo mucho si es el correcto o no, así que se lo dejamos todo el tiempo y lejos de ayudarlo lo estaba perjudicando. Nos sugirieron que le compremos otro más adelantado para que pueda estar bien”, agregó.
Desafortunadamente, el dispositivo auditivo que tiene actualmente es para uso de adulto, no se le puede ajustar y le causa dolor severo si trata de usarlo de manera correcta, cuando entra el sonido es muy fuerte y así le genera un daño que puede resultar irreversible. Los resultados de su último audiograma confirman una mayor pérdida auditiva y es necesario un “implante coclear”.
“El nuevo es muy costoso para nosotros, son 11 mil pesos y no tenemos el recurso económico para comprarlo, hemos hecho algunas ventas de comida, algunas personas nos han apoyado, pero no ha sido suficiente para alcanzar la meta”, expresó.
Cabe señalar que el joven se hizo amigo de un oficial de policía, cuya familia le abrió su hogar, se mantiene con ellos y lo han apoyado completamente en todos los sentidos de la palabra, desinteresados y anteponiendo las necesidades de Poot Noh a los suyos durante los últimos cinco años.
“Va a la escuela, está en tercero de secundaria, ya va a terminar. En la pandemia, el primer año lo estudió en la casa, ya en segundo y ahora tercero asiste a la escuela. Estaba en la última fila porque lo manejan de acuerdo al apellido y a él le tocaba hasta atrás, avisaba que no escuchaba bien la explicación de las clases, hablé con el maestro y lo pasaron adelante”, manifestó su tutora.
“Estamos contentos, tiene de 8 a 10 de calificación, es muy aplicado, es un buen niño, nos damos cuenta que es bueno, obediente, estudioso, le gusta pintar, hace sus dibujos en sus libretas, le gusta”, añadió.
No obstante, más allá de una discapacidad, de la adversidad y dejarse vencer, Poot Moo se ha planteado metas y de adulto desea ser policía como varios integrantes de la familia que lo adoptó.
Por tal motivo, se ha solicitado apoyo para que David pueda contar con sus aparatos auditivos y cumplir con todos sus sueños que tiene por delante.
Los interesados en aportar una donación por más mínima que sea, pueden ponerse en contacto al 9996 59 36 19 o al 9992 27 67 92.
