Los delincuentes ya no respetan los lugares sagrados, ya que saquearon las alcancías del templo católico San Bernardino de Siena del barrio de Sisal, en Valladolid.
Se presume que los malandros entraron por la noche a la sagrada iglesia, esperaron que al terminar el sermón del sacerdote, la gente se retirara, para posteriormente esconderse y cuando ya no había nadie, se pusieron a romper las alcancías para sustraer el dinero.
Tras vaciar las alcancías intentaron salir del templo, pero al percatarse que las puertas estaban cerradas optaron por romper una de las laterales que da al patio, brincando la enorme barda y huyendo con el dinero.