La falta de inversión en herramientas tecnológias, instrumentos de mejora continua en la productividad y la poca capacitación de los comerciantes yucatecos de pequeños y micro negocios, obliga a que las empresas locales tengan un rezago de más de una década.
El proceso de digitalizar el comercio local se ha demorado una década y fundamentalmente es debido a que las micro y pequeñas empresas del sector terciario subsisten sin poder tener recursos y condiciones para incluirse y participar de la nueva economía electrónica, según se dio a conocer.
La Cámara de Comercio de Mérida y la Asociación de Distribuidores de Tecnología en Yucatán firmaron un nuevo acuerdo de participación en el proceso de impulsar a un mayor número de micro negocios a incluir y trabajar con las nuevas tecnologías, de ahí que, el rezago tecnológico para estas Mipymes sea prioritario.
Sobre este tema, es evidente que en tanto que, el comercio electrónico ha crecido en la última década un 4 mil por ciento en nuestro Estado, las empresas pequeñas tengan mayores exigencias para mantenerse con ganancias y presencia en el mercado.
Es importante establecer que, las nuevas tecnologías y aplicaciones electrónicas están controlando el 45 por ciento del mercado de productos en Yucatán. Es de esta manera que, tan solo en los dos años de la pandemia, el comercio electrónico se multiplicó en cerca de 230 por ciento en la zona urbana de Mérida, según estudios realizados por la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CANIETI).
Actualmente, según este mismo organismo, los principales municipios de Yucatán están incrementando su presencia en compras electrónicas, primordialmente a negocios chinos que venden catalógos muy grandes de productos que compiten de manera directa con los productos locales.
Ropa, zapatos, bisutería, herramientas e incluso alimentos se entregan en cientos de vehículos a domicilio, lo que está presionando a los comerciantes locales que no pueden competir contra estas empresas, que no pagan impuestos y colocan productos de muy baja calidad desde páginas electrónicas de redes sociales, donde el consumidor es bombardeado de manera constante.
A todo esto, las nuevas adaptaciones y herramientas como la Inteligencia Artificial plantea un riesgo significativo para las empresas yucatecas, que podrían quedar fuera de los mercados globales si no avanzan hacia la digitalización. “La tecnología no es solo una opción, es una necesidad para ser competitivos” advierte Canieti.
Según este organismo empresarial, por cada producto yucateco que se vende, otras 22 marcas colocan un producto en el consumidor local, lo que establece, no solo una competencia desleal por los precios, sino porque la calidad de las manufacturas es inferior a las hechuras nativas, presionando el mercado laboral y también el volumen de insumos que se consumen.