El vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Jorge Carlos Ramírez Marín, informó que la Cámara Alta aprobó el dictamen en materia de protección a la salud para prohibir en México la venta y uso de vapeadores y cigarros electrónicos, como una medida a favor de los niños y adolescentes del país.
“Voté a favor para prohibir el fentanilo, las drogas sintéticas y el uso de vapeadores y cigarros electrónicos, porque no podemos seguir permitiendo que menores de edad se sigan contaminando, ya que las adicciones en México comienzan a los 12 años”, acotó.
Advirtió que en el país disminuyó la edad de inicio de uso de vapeadores pasó de los 14 a los 12.6 años, por lo que se actúa a tiempo para evitar un mayor problema a futuro.
Remarcó que debido a que la emergencia es real se elevó a rango constitucional, pues “no queremos tener hospitales repletos de personas con problemas cardiacos y respiratorio por el consumo de nicotina vaporizada y otras sustancias tóxicas”.
Incluso, la inhalación en vapeadores es el primer paso para el consumo de drogas ilícitas.
Afirmó que las adicciones es un tema de alta prioridad, así como de salud pública y económico, por lo que el narcomenudeo no debió de salir de la lista de los delitos que requerían prisión preventiva.
“Va a la Constitución para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no lo pueda eliminar, y así evitar privilegiar a otras personas”, subrayó el legislador federal.
Los vapeadores no necesitan más comprobación científica del daño que causa, incluso, tanto la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), y la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), han alertado en repetidas ocasiones sobre el riesgo que representan los productos comúnmente denominados vapeadores en todas sus modalidades, debido a que son altamente adictivos y ocasionan graves daños a la salud.
Estos productos emergentes son distinguidos popularmente en dos categorías: los cigarros electrónicos (E-cig), también conocidos como vaporizadores, y los productos de tabaco calentado. Todos estos son dañinos para la salud, derivados de sus compuestos carcinógenos, sustancias tóxicas y emisiones en forma de aerosol.
También pueden ser identificados como Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN), y Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina (SACN).
Asimismo, estos productos contienen niveles importantes de metales como cadmio, níquel, plomo, entre otros, los cuales representan un riesgo a la salud.
Las comisiones advierten sobre los riesgos de consumir estos productos, destacando que un cartucho que contiene cinco por ciento de sal de nicotina es equivalente a entre uno y tres paquetes de cigarrillos. Estas altas concentraciones de nicotina tienen efectos adversos a largo plazo en el desarrollo del cerebro de niños, niñas, adolescentes y fetos en formación.
Como parte de la alerta, las autoridades sanitarias señalan tres principales tipos de daños a la salud asociados con estos productos, los cuales son:
Daños respiratorios por la inflamación del tejido pulmonar, causando padecimientos como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma y cáncer.
Daños cardiovasculares por los cambios en la circulación sanguínea, los cuales pueden causar arterioesclerosis e infartos al corazón.
Daños mutagénicos que aumentan el riesgo de cáncer y alteraciones a nivel reproductivo, como disfunción eréctil.