[vc_row][vc_column][vc_column_text]Entre las milenarias tradiciones que aún prevalecen en las comunidades de la Península de Yucatán destaca la importancia e influencia de los dioses del inframundo sobre la vida y la muerte de los mayas afirmó el especialista de la Universidad Estatal de Missouri, Estados Unidos, John Chuchiak IV.
Reconoció poco el material que se tiene para conocer el “reino de Xilbabá”, cuyas deidades regentes tienen aún presencia notable entre los mayas modernos, prácticamente la misma influencia que tuvieron sobre los precolombinos.
Aclaró que los mayas fue una de las culturas del mundo que tuvieron sus propios conceptos de la muerte así como también deidades específicas para el mundo subterráneo, dentro de su panteón mitológico.
Reconoció también el paralelismo que prevalece con respecto a otras culturas, muchas de cuales no tuvieron influencia debido a la distancia del lugar y del tiempo, tal el caso del concepto de la regeneración o resurrección, en el cual “la persona o espíritu reaparece en la misma persona”.
“El alma se retira del cuerpo como causa y función de la muerte, es representada por Ik (dios del viento), que es sinónimo de aliento, vida, espíritu, fin. El alma del ser viviente tiene como implicación de la forma de Ik (como una T invertida) y el glifo Cham”, subrayó durante el taller “Las deidades y la ritualidad en la cosmogonía maya”.
Comentó que actualmente se establece que el aliento (Ik’) es principio de la vida y la muerte, incluso, durante la respiración la vida y/o el alma se escapan por las fosas nasales.
Explicó que en maya, el verbo “morir” es “cham-i” o simplemente “cham”, incluso, el glifo parecido a un signo de porcentajes (%) es una variedad iconográfica y jeroglífica que significa muerte, putrefacción, descomposición de la carne.
Tanto los dioses como los mortales mueren de la forma “sitz’ winic”, es decir, acostados en posición reclinada y con sus vientres hinchados, símbolo del acumulamiento de gases internos.
Entre las tradiciones que aún prevalecen entre los mayas destaca el evitar cortar el árbol de cacao o aguacate, ya que el difunto renace en ellos.
También perduran dos conceptos de muerte, como un cambio en el cuerpo físico, en el punto de morir se ilustra el escape de la respiración de la vida y el fin del individuo, así como la colocación del cuerpo físico en la tierra para un viaje espiritual al inframundo.
Por su parte, el investigador independiente, Guido Krempel, destacó que en diversas cerámicas e incluso, en huesos humanos, hay jeroglíficos e imágenes relacionadas con los dioses del inframundo, en los cuales, se confirma la versión del Popol Vuh, al mismo tiempo se constata que “en el Xilbabá hay seres grotescos, fantasmas, seres antropomorfos y zoomorfos, así como mezclas de animales que habitan en el inframundo”.
El epigrafista originario de Alemania comentó que en el clásico maya, al Xilbabá se entra a través de una cueva hasta llegar a una región acuática, y “es debajo de éstas aguas negras de donde se originan las enfermedades”.
Asimismo, el especialista estadounidense abundó que en muchas culturas de ésta región, los hmen y sacerdotes, para curar a una persona le tienen que sacar al dios causante de la enfermedad. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]