[vc_row][vc_column][vc_column_text]Con un presupuesto de dos millones de pesos, este lunes iniciaron los trabajos de restauración de la pirámide de Kinich Kakmó, en Izamal, informó el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) – Yucatán, Eduardo López Calzada, quien aclaró que en tanto se desarrollan los trabajos, el acceso a la cúspide del inmueble estará restringido.
Destacó la importancia del proyecto, el cual permitirá consolidar el inmueble para una mejor conservación, al mismo tiempo que se harán trabajos de excavación y consolidación, cuyos resultados permitirá conocer aún más de la cultura maya.
Remarcó que el recurso destinado tanto por el gobierno estatal como el federal procede del cobro por el acceso a los sitios arqueológicos abiertos al público, por lo que “el dinero se invierte en el rescate del patrimonio”.
“Los trabajos de consolidación en dicha pirámide son de gran importancia para el INAH, puesto el gobierno de la Republica invierte en acciones de salvaguarda del patrimonio cultural de los mexicanos, es un orgullo que investigadores yucatecos realicen los trabajos para beneficio de todos los visitantes”, enfatizó.
Comentó que el trabajo se realiza desde hace tres meses en la pirámide de Kinich Kakmó, edificio dedicado al dios solar, puesto Ich significa cara; Kaak quiere decir, fuego, y Moo es guacamaya, y ahora inicia su restauración.
“El reto es proteger el patrimonio histórico de los yucatecos, y en este caso, el evitar un riesgo de colapso, al mismo tiempo que se genera conocimiento sobre la población maya precolombina que vivió en lo que hoy conocemos como Izamal”, acotó.
Detalló que “en el proyecto se invierten dos millones de pesos, y consiste en la limpieza de toda la pirámide, y restauración y consolidación del cuerpo superior”.
Asimismo, el especialista Rafael Burgos Villanueva comentó que el Kinich Kakmó es el basamento más voluminoso del norte de Yucatán y el tercero más grande, después de las pirámides de Cholula, en Puebla, y Teotihuacán, en estado de México.
Señaló que tan sólo su basamento mide 200 metros de largo por 180 metros de ancho, y la pirámide data del siglo VI dC, en el periodo clásico mesoamericano, es decir, su construcción se estima entre 400 y 600 de nuestra era.
El edificio prehispánico se ubica al Norte de la plaza principal de la ciudad de Izamal, tiene un volumen de 700 mil metros cúbicos y fue sede de una de las entidades de mayor importancia, demográfica, política y económicamente de Mesoamérica, abundó.
Añadió que en Izamal hay otros monumentos arqueológicos de grandes dimensiones, los cuales están en proceso de ser excavados y expuestos por parte de arqueólogos del Centro INAH Yucatán.
Enunció que en el Códice Dresde aparece Kinich Kakmó con cabeza de guacamaya y cuerpo humano portando una antorcha encendida en cada mano, lo cual es una forma de validar la interpretación del nombre hecha por el arqueólogo Alfredo Barrera Vásquez.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]