En plena temporada reproductiva de loros, organizaciones ambientalistas hicieron un llamado urgente a la ciudadanía para evitar la tala de árboles muertos entre enero y agosto, ya que estos suelen albergar cavidades fundamentales para la anidación de estas aves en peligro.
Según el monitoreo comunitario “Loros Urbanos de Mérida”, encabezado por Proyecto Santa María y la Unidad de Medio Ambiente y Bienestar Animal (UMABA), desde noviembre de 2024 se han identificado al menos 30 cavidades aptas para anidar en la zona urbana, gracias a la participación de 190 personas y más de 1,700 reportes ciudadanos.
Sin embargo, se reportó que seis de estas cavidades, ya activas con huevos o crías, han sido derribadas, lo que provocó la pérdida de las nidadas. “Los loros no construyen nidos; dependen de huecos preexistentes en troncos o ramas de árboles y palmeras muertas. Su pérdida afecta directamente su capacidad reproductiva”, explicó Pierre Medina Arjona, presidente de Proyecto Santa María.
Actualmente, 22 especies de pericos, loros y guacamayas mexicanas se encuentran en alguna categoría de riesgo, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 059, debido principalmente al tráfico ilegal, la deforestación y la escasez de cavidades naturales.
Las autoridades y grupos de conservación exhortan a los ciudadanos a no cortar árboles muertos sin previa evaluación. “Aunque parezcan inservibles, pueden ser el hogar de una familia de loros”, señaló la doctora Vanessa Martínez García, coordinadora del monitoreo.
En caso de detectar árboles secos en riesgo, se invita a la población a contactar a UMABA o Proyecto Santa María para valorar su condición y llevar a cabo un manejo adecuado que no afecte ni a las personas ni a la fauna silvestre.