[vc_row][vc_column][vc_column_text]Activistas consideraron como insuficiente el Protocolo para la Prevención, Atención y Sanción de la Violencia de Género, Discriminación, Hostigamiento, Acoso y Abuso Sexual que la Uady activó el pasado jueves 15 de agosto, porque aún hace falta conocer cómo la institución llevará a cabo las resoluciones de los casos que han manchado su imagen y ocasionado la desconfianza en la comunidad estudiantil.
Integrantes del Colectivo Uady sin Acoso, que presionó para que la universidad se abriera en esos temas, anticiparon que se mantendrán en espera de que se apliquen sanciones justas y no mínimas, como se dio a conocer en un caso reciente.
Autoridades de la Uady, como informamos, festejaron la activación de dicho protocolo y dijeron que es la primera institución en el sureste que cuenta con este tipo de herramienta que permitirá establecer los procedimientos de prevención, atención y sanción de los casos de violencia de género, discriminación, hostigamiento, acoso y abuso sexuales.
Al respecto, el colectivo Uady sin Acoso, que fue parte fundamental en la presión ejercida para la implementación del Protocolo, recordó que la comunidad aún no confía totalmente en los métodos que presenta la universidad, por lo que se mantendrán en espera de que se apliquen sanciones justas contras los agresores sexuales.
La presidenta del colectivo, Rosa Cruz, mencionó que con esta nueva herramienta, la institución al fin reconoce que existe violencia dentro de sus instalaciones, y aunque recientemente se solucionaron varios casos, uno de ellos fue con una sanción mínima, que catalogaron como burla.
“El protocolo es muy bueno, es un paso importante para la universidad, pero tiene que ser de cero tolerancia, tenemos el caso de la salida de campo (de alumnos de la carretera de Biología), la resolución fue de ocho días de suspensión y un semestre sin realizar prácticas para el agresor, lo que está enseñando que se pueden tener sanciones mínimas por los actos”, expresó.
“Podemos tener el Protocolo pero si nos va a arrojar sanciones mínimas y burlescas no estamos consiguiendo nada realmente, incluso se planteó la opción de que las víctimas no conformes sigan los casos con otras instituciones, pero entonces, ¿para que sirve el Protocolo?”, continuó.
Además, recordó que la institución por años no implementó acciones contra estos casos y no fue sino hasta que hubo constantes denuncias y presión estudiantil que el Protocolo se hizo realidad.
A pesar de eso, celebraron que tras la presión social ahora exista esta herramienta por primera vez en una institución a nivel sureste, la cual funcionará como ejemplo para que otros planteles lo implementen.
“Esto es un gran avance tanto para la universidad como para la comunidad estudiantil y la región, porque puede servir como ejemplo para que otras instituciones puedan establecer sus propios protocolos. Consideramos que fue mucho tiempo para que salga, fueron muchos meses, pero se finalmente dio por la presión social y las denuncias”, señaló.
Además, señaló que “aún existe desconfianza en la institución, por lo mismo, muchas veces nadie dice nada, e incluso solo queda como un caso entre la víctima y el agresor, o su mismo círculo social”.
Por lo pronto, Rosa Cruz mencionó que Uady sin Acoso continuará apoyando a la comunidad estudiantil, y aunque ya se tenga una herramienta más, reiteró que la desconfianza prevalece.
“Nuestro apoyo será el mismo, ahora ya se tiene otra vía, pero nosotros seguiremos brindando asesorías, a veces la comunidad desconoce los puntos del Protocolo o no está enterado de los conceptos y nosotros podemos acompañarlos para que sepan como llevar el caso”.
“Nientras más grupos y colectivos hablen del tema, habrá mayor abertura, mayor prevención y mayor grado de sanción”, concluyó.
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