El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán brinda algunas recomendaciones para evitar daños en la piel, por la exposición prolongada al sol.
El coordinador de Atención Médica en Primer Nivel, doctor Julio Francisco Hernández Carrillo, explicó que la radiación solar de forma moderada es recomendable ya que permite la producción de vitamina “D” en el organismo, que se encarga de la fijación de calcio en los huesos; sin embargo, una exposición prolongada al sol, puede traer consecuencias para la piel, que van desde quemaduras, envejecimiento prematuro, enrojecimiento de la piel, cambios de pigmentación y si no se protege adecuadamente puede ocasionar hasta cáncer en la piel.
Es importante mencionar que, sobre todo, hay que evitar exponer al sol a los bebés menores de seis meses y adultos mayores, ya que su piel es muy delgada y fácilmente pueden registrar quemaduras.
Otra de las complicaciones que puede presentarse en la piel debido a la radiación solar son las manchas oscuras, de color marrón o marrón grisáceo, comúnmente identificadas como paño, y que se registra con mayor frecuencia en mujeres, sin embargo, también pueden haber casos en hombres.
Cabe señalar que el paño o melasma aparece principalmente en el rostro, y aunque estas suelen presentarse debido a factores genéticos, también pueden deberse a la exposición prolongada al sol, a cambios hormonales, estrés o durante el embarazo; así como por consumir pastillas anticonceptivas y hasta por productos de belleza que son de dudosa procedencia.
Algunas recomendaciones que podrían ayudar a evitar la aparición de manchas, quemaduras o daños en la piel, son:
No exponerse al sol, sobre todo de 10:00 a 16:00 horas, pues en ese periodo la radiación cae de manera directa en la piel.
Aplicarse protector o bloqueador solar 20 minutos antes de exponerse al sol y reponerlo cada cuatro horas.
Utilizar ropa que lo proteja de los rayos del sol (los colores como azul y rojo rechazan las radiaciones UV que son las que dañan la piel).
Utilizar sombreros de ala ancha, que cubra cara, ojos y orejas.
Mantenerse bien hidratados, así como aumentar el consumo de frutas y verduras.
No olvidar revisar la piel para poder identificar de manera oportuna manchas, heridas o lunares.
En caso de registrar algún daño en la piel, no deben aplicarse remedios caseros, sustancias o cremas sin autorización de un especialista, ya que podrían generarse otras complicaciones.
Finalmente, se reitera que ante cualquier cambio detectado en la piel y quienes presenten reacciones adicionales como fiebre, comezón, dolor, escozor o inflamación, acudan con su médico familiar para poder recibir el tratamiento correspondiente o en caso de ser necesario, y previa valoración, sean canalizados al segundo nivel de atención.
