[vc_row][vc_column][vc_column_text]En una historia que ya es una constante en nuestros tiempos, un niño de cinco años ha quedado en medio de los enfrentamientos legales que sostienen los padres por la custodia legal del pequeño.
El padre, Gualter Moisés Tun Vázquez, asegura que tiene la custodia firmada por su ex mujer y avalada por la justicia, ya que su mujer Karen se fue a Puerto Vallarta a trabajar y a rehacer su vida.
Sin embargo, en fechas recientes ella regresó, fue por el menor y se quedó con él. Gualter se inconformó, pero una juez le dio la razón la madre, lo cual a él no le parece justo.
Gualter conoció a Karen y hace cinco años nació el hijo de ambos. “Siempre fuimos muy diferentes con Karen y hace tres años nuestras vidas no encajaban. Un día regresé a nuestra casa y ella se había ido con mi hijo, con quien siempre tuve una relación muy cercana”, relató Gualter. Desde hace tres años están separados.
El papá explicó que, luego de ponerse de acuerdo, tuvieron la custodia compartida y él podía ver al infante cada 15 días. Sin embargo, en febrero pasado todo cambió.
“Karen me invitó a desayunar y me dijo que quería rehacer su vida, realizarse como mujer ya que por el niño había estancado su superación personal. Me contó que quería ser chef en Puerto Vallarta y me preguntó si yo me podía quedar con él, a lo que le respondí inmediatamente que sí”, relató Gualter.
Una abogada le aconsejó a Gualter que, debido a la premura del viaje de Karen, era conveniente ir a mediación para tramitar la guardia y custodia del niño a favor del papá.
“Y eso hicimos y Karen firmó para pasarme a mí la guardia y custodia de mi hijo. Ella, por su estancia lejos de Yucatán, iba a verlo siete días al año, cuando viniera de vacaciones”, detalló.
El cambio de guardia y custodia siguió su curso y fue aprobado por distintas instancias y dependencias legales, aseguró el informante.
“Yo estaba feliz… Nos mudamos a Umán con mis padres y lo cambié de kínder. Se adaptó rapidísimo ya que es un niño muy carismático y todo el mundo lo quiere”, relató Gualter.
Un giro inesperado
Sin embargo, en junio pasado y unos días antes del cumpleaños número cinco del nené, todo volvió a cambiar.
“Estaba organizando una fiesta en un local para mi hijo cuando Karen regresó de su viaje. Fue directamente a la casa donde vivo y le pidió a mi madre ver al niño, a lo que ella accedió inmediatamente. Sin embargo, mi mamá me llamó para decirme que Karen se llevaría al niño y ni tiempo me dio de llegar para hablar con ella”, relató Gualter.
aren nunca lo devolvió con su papá ni ese día ni al otro, cuando se festejaba el cumpleaños.
De nada sirvió que Gualter llamara a su ex varias veces ni que se presentara en la casa de Mérida donde vive para que le regresara a su hijo. “Es más, llamé desde la puerta de su casa al 9-1-1 y cuando la policía llegó, me dijo que no podían entrar en la casa a sacar al niño. Sin embargo me aconsejaron que hiciera la denuncia en el Juzgado Familiar y ahí me dirigí, casi a la medianoche”, recordó Gualter.
No lo pudieron atender porque su domicilio es de Umán, así que a las 4:30 am terminó interponiendo su caso en la Fiscalía de ese municipio, donde quedó asentada su denuncia. Al día de la fecha sigue sin ver a su hijo.
Denuncia discriminación
El 10 de agosto pasado, Karen y Gualter asistieron a la Junta de Advenio con la jueza Aurea Aranda Matos. La idea de esa reunión era llegar a un acuerdo y el papá le pidió a la magistrada que hiciera efectivo el cambio de guardia y custodia a su favor, pero la respuesta que recibió fue negativa.
“Me ‘regañó’ porque cambié al niño de kínder y también se molestó porque en un momento empecé a llorar. Me dijo que ‘estaba haciendo teatrito’ y que a ella no le gustaban esas situaciones. Y en ese momento la jueza decidió que, por el bien superior del menor, se quedaría con su mamá”, relató, afligido.
Gualter explicó que el “bien superior del menor” se considera cuando un niño sufre maltrato físico o psicológico. “Esto no es aplica en este caso porque no hay absolutamente nada de eso y además la jueza Aranda Matos no puede tomar una determinación así en una junta de advenio”, aseguró.
A pesar de que delante de la jueza Karen le dijo a Gualter que podía ver al niño cuando quisiera, eso no es cierto, dijo el papá. “Tengo la guardia y custodia aprobada legalmente a mi favor y la jueza le deja el niño a ella. Ya metí un oficio de revocación a esta decisión y también demandé a la juez ante la Codhey por discriminación. Si no me responden pediré un acta administrativa en su contra”, remarcó.
Ahora el papá espera que la demanda por sustracción de menores que realizó en Umán se haga efectiva.- CGO.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]