El cuerpo que no pudo ser rescatado en el Arrecife Alacranes, porque unos hambrientos tiburones se lo llevaron al fondo del mar, podría ser de un pescador furtivo de los que depredan especies en esa zona.
Hasta ahora nadie ha reclamado el cuerpo y tampoco se ha reportado la desaparición de ningún pescador en puertos yucatecos.
Esto podría deberse a que se trataría de algún tripulante de barcos que se dedican a la pesca furtiva. Podría ser un caracolero o langostero.
Debido a su ilegal actividad, no hay orden de zarpe en algún puerto. Incluso las embarcaciones no están matriculadas, no hay ninguna autoridad que revise la salida de las naves.
Esto propicia que si algún tripulante de unas de estas embarcaciones muere en altar, para ellos lo más fácil es deshacerse del cuerpo arrojándolo al mar.
Regresan a tierra y jamás reportan la muerte para no meterse en problemas. Entonces la muerte queda en el anonimato.
En el caso del cuerpo hallado flotando en la zona del Arrecife Alacranes, ya tenía al menos cinco días en el mar, de acuerdo con las evidencias recabadas antes de que los hambrientos tiburones lo jalarán hacia el fondo del mar.
Una vez que los escualos se lo llevaron, el cuerpo ya no salió a flote, ya no se pudo recuperar.
Se considera que el cadáver llegó hasta la zona empujado por las corrientes.
En nuestra edición del viernes informamos que el cuerpo fue avistado flotando en las inmediaciones de Isla Pérez, la mayor del Arrecife Alacranes.
El cadáver fue avistado por pescadores que reportaron el hallazgo a la 9a. Base Naval de Yucalpetén, la cual a su vez contactó a la SSP Yucatán para realizar el rescate mediante su policía costera.
Hasta el lugar llegaron rescatistas de la Policía Estatal, pero no pudieron sacar el cuerpo, pues unos tiburones se abalanzaron sobre él y lo llevaron hasta el fondo del mar.
Se informó al Ministerio Público para las diligencias correspondientes.