La delegada del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Yucatán, Ana Goycoolea Artis, reiteró que el museo de sitio de la zona arqueológica de Chichén Itzá quedará concretado en diciembre, como parte de la puesta en marcha del Tren Maya.
En entrevista, adelantó que la intención es que, al iniciar la operación del proyecto ferroviario, este sitio esté disponible para los visitantes que acudan, a través del tren.
“El Museo de Chichén, por ejemplo, lo tenemos programado para inaugurarse el 15 de diciembre. Eso va a ser de las cuestiones terminadas. El Catvi de Chichén va a estar muy avanzado también para diciembre, yo creo que vamos muy bien”, externó.
Recordó que los trabajos de construcción del museo de sitio y el Centro de Atención a Visitantes de Chichén forman parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) que se realiza en la entidad, que abarca a 10 sitios antiguos, muchos de los cuales quedarán listos a fin de año.
Remarcó que los trabajos de investigación en zonas arqueológicas está al 100%, lo que permitió la apertura de sitios como Chichén Viejo y el “Palomar” en Uxmal, mientras que las obras de construcción de los museos de Dzibilchaltún y de la Ruta Puuc, también parte de Promeza, están previstos para febrero del 2024.
Precisó que a finales del 2023, también se entregará la primera fase de remodelación del Museo del Ateneo Peninsular de Mérida, con miras a poner en funciones la exposición arqueológica de hallazgos del Tren Maya.
“La primera sala de exposiciones donde se van a poner las piezas o una gran parte de los hallazgos que se han tenido en los diferentes lugares donde se hizo trabajo de excavación para el Tren Maya y va a ser un sala que se va a dedicar al Tren Maya”, apuntó.
En otro tema, anunció que el INAH ya trabaja para solucionar el conflicto que mantiene cerrada la zona arqueológica de Mayapán, en el sur de Yucatán, como parte de una protesta de ejidatarios de Telchaquillo, comisaría del municipio de Tecoh.
Señaló que se entabló un canal de diálogo con los más de 300 campesinos que decidieron cerrar el sitio, desde principios de noviembre, los cuales exigen se les pague un porcentaje de las entradas que se cobran a los turistas, así como una indemnización por el uso de unas 19 hectáreas que abarca el sitio arqueológico y que, a su parecer, forman parte de su ejido.
Insistió en que buscará solucionar las demandas de los ejidatarios, de modo que estos puedan levantar el bloqueo de este sitio lo antes posible.