[vc_row][vc_column][vc_column_text]Si hay algo que no tuvieron las 60 tortuguitas marinas que nacieron en la madrugada de ayer sábado y que se sumergieron en el mar por primera vez en sus vidas fue “pánico escénico”.
Síntomas propios de la glosofobia como oído agudo, aumento de frecuencia cardíaca, presión arterial, pupilas dilatadas, sudoración, rigidez del cuello… Nada de eso. Como reinas merecedoras de un Oscar de la Academia, apenas las apoyaron en la arena junto al mar, acomodaron sus anatomías con apenas horas de vida, y corrieron a hundirse en el agua salada a pesar de los miles de personas –entre adultos y niños- que fueron a ver ayer sábado este espectáculo maravilloso de la naturaleza: la liberación de tortuguitas marinas en el Puerto de Sisal.
Las olas que llegaban a la orilla en la noche que recién caía en el puerto yucateco, las revolcaban entre agua y arena. Sin embargo ellas, estoicas y con un tamaño de menos de 10 centímetros de largo, se volteaban, acomodaban, levantaban la cabeza, calculaban el rumbo y allí seguían, seguras, a hundirse en el océano.
Ayer Sisal estaba cambiado. Ya desde el centro del pueblo se podía observar cómo cientos de vehículos y familias a pie se dirigían a la playa del Corral de Incubación (frente al nuevo Centro de Salud), donde integrantes del equipo de trabajo del departamento de Conservación de Ecosistemas de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) y habían verificado la eclosión de los huevos y daban el visto bueno para la liberación apenas el sol se escondiera.
Sin duda la publicación de la liberación en redes sociales propició la gran afluencia de gente, que superó en creces la de años anteriores. Alrededor de tres mil personas asistieron a ser testigos de este milagro de la naturaleza y para ello fue necesario que los especialistas de Seduma prepararan más de una plática sobre medio ambiente y cuidado de tortugas, además de organizar la logística de liberación de una forma distinta por la gran cantidad de espectadores.
En la línea de playa frente al Corral de Incubación organizaron a la gente en una hilera que ocupaba varias cuadras. Los niños adelante y los adultos atrás pudieron ver cómo Luis Méndez (director de Conservación de Ecosistemas) y su equipo pasaban con baldes con las tortuguitas. Allí las pudieron ver por primera vez.
Luego y cuando ya estuvo lo suficientemente escondido el sol (es fundamental que no haya mucha luz en la liberación para que los depredadores no ataquen a las tortuguitas antes de llegar al mar), los animalitos recién nacidos fueron puestos por el personal de Seduma sobre la arena en dirección recta al mar. Desde allí comenzaron una carrera sin pausa hacia el agua salada, su nueva casa.
Dos menciones especiales en una tarde muy especial:
Merecen un “10 felicitado” todos los niños que se portaron muy bien durante la liberación, escucharon atentos la plática sobre medio ambiente y acataron siempre las indicaciones del personal de Seduma. Nos referimos a casi todos los niños presentes, quienes vivieron con mucha alegría este momento de la naturaleza.
Merecen un “cero” los adultos que no acataron las indicaciones de Seduma y que manejaban cuatriciclos y autos de playa en la mismísima área donde se hizo la liberación.
Para próximas liberaciones de tortuguitas, pueden consultar la página web de Seduma: http://www.seduma.yucatan.gob.mx/ o contactarse telefónicamente con ellos.- CGO.
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