El senador Jorge Carlos Ramírez Marín lanzó una crítica frontal a la normalización de la violencia y la narcocultura en México, señalando que el país vive una paradoja dolorosa: mientras llora a sus víctimas, aplaude a sus verdugos.
“Decía un inteligente periodista en Los Ángeles Press, México es el país que llora a sus muertos y le canta a sus asesinos”, recordó el legislador, como parte de un llamado urgente a revisar los contenidos que consumen millones de mexicanos.
Ramírez Marín denunció que mientras productos como las botanas están marcados con advertencias visibles por sus riesgos a la salud, no ocurre lo mismo con los contenidos musicales que glorifican al crimen organizado. “Si tú te quieres comer unas sabritas, lo primero que ves es un sello negro enorme que parece decirte: ‘No lo hagas’. Pero puedes escuchar un corrido tumbado sin ningún tipo de advertencia, aunque tengas 7, 15 o 70 años”, ironizó.
El senador aseguró que la apología del crimen ya no es sutil, sino abierta y popular. Mientras el Estado combate al narcotráfico con un alto número de víctimas, canciones que ensalzan a los criminales suman decenas de millones de reproducciones. “Estamos perdiendo a la sociedad”, lamentó. “Hoy nos reímos de las viudas y de los huérfanos que deja el crimen organizado, mientras hay miles de desaparecidos en el país”.
Ante esta situación, Ramírez Marín anunció que el Partido Verde propondrá una medida sencilla pero contundente: establecer advertencias sonoras antes de reproducir contenidos que puedan contener apología del delito. “No estamos pidiendo censura. Lo mínimo que exigimos es decirle al oyente: esto que va a escuchar promueve actividades ilegales y es contrario a la ley”.
Y concluyó con una reflexión firme: “Si, aun sabiendo esto, la mayoría de la sociedad decide consumirlo, entonces no solo habremos perdido una batalla: habremos perdido mucho más”.