Mérida, Yuc. 26 de noviembre- Será en su día 146 de caminata, cuando Jonatan Montoya Hurtado, un joven mexicano de 32 años llegue a su primer objetivo, la zona arqueológica de Chichen Itzá. Acompañado de una mochila y mínimas condiciones Jonatan se ha trazado la meta de caminar a Machupichu, en Perú, al Corcovado, en Brasil, luego a Roma, de ahí a Egipto, Nepal y China.
Montoya, de profesión bailarín, pero también maestro de yoga, originario de la capital del país, inició su recorrido el 17 de junio en su natal y ha caminado por los estados de Puebla, Oaxaca, Tabasco, Campeche y ahora en Mérida, donde espera llegar en 5 días a Chichen Itzá.
Motivado por las condiciones actuales de la pandemia y tras casi un año de confinamiento, Montoya se propuso iniciar un recorrido por el mundo para tratar de ser el primer mexicano en alcanzar estos siete puntos considerados iconos en la historia moderna, llevando un mensaje de la lucha contra el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH, por sus siglas en inglés).
Solitario, pero entusiasta al avanzar de su travesía el caminante da cuenta de sus andanzas a través de sus redes sociales, primordialmente youtube, donde “cuelga” sus historias detallando los puntos de su derrotero, con ello, rostros, voces, parajes, platillos y sitios de un andar que son testimonio de sus emociones.
El recorrido de Montoya, que se ayuda de las personas que va conociendo, patrocinios, apoyos de amigos y conocidos ha denominado su historia “La Vuelta al Mundo en Siete Maravillas”, que tiene como meta visibilizar los problemas de la sociedad y la lucha contra la enfermedad del SIDA.
En su desempeño, el viajero ha tenido altibajos, incluso momentos de depresión por la soledad que narra en sus avatares a través de una cámara que graba sus momentos más emotivos, pero también tristes.
La motivación del andarín ha establecido que, en los últimos videos en las redes alcance una reproducción de 52 mil visitas, con 3 mil 500 seguidores que van junto con Montoya en este trayecto que cubre por tramos, en ocasiones cansado, en otras más motivado al subir serranías y bajar laderas, pero que describen el paisaje y las rutas de senderismo que este joven va conociendo.
La visita de Jonatan Montoya a Mérida fue de cinco días en las que durmió mucho, según narra en el video del día 141. El cansancio y algunas malas noches lo obligaron reponer energías para emprender el camino este día hacia su primer objetivo.
Desde esta última oportunidad, Jonatan ahora es seguido por la organización ONU-SIDA que estará respaldando los tramos que estará cubriendo para darle mayor atención a su esfuerzo y espera que el 5 de diciembre cuando llegue a Chichen Itzá se pueda ofrecer un mensaje desde la milenaria urbe maya en favor de los derechos de las personas con VIH.
En plática telefónica con Jonatan nos dijo que, buscará llegar a Izamal esta semana, su mochila roja es distintivo en el camino que avanza bajo el sol y ahora con las noches frescas y su casa de campaña que instala para dormir a la vera del camino, otras más en hostales o pequeños alojamientos donde es recibido.
El andar de Montoya Hurtado permite establecer su visión y proyecto que impulsa no solo los derechos de la comunidad LGBTI+ de las personas que viven con VIH, sino también la alternativa de mirar más allá para llevar nuestros horizontes a sitios remotos con la mejor aptitud.