Caracterizado por ofrecer productos agroecológicos, donde se pueden encontrar alimentos sanos, sin conservadores, aditivos ni colorantes, el Slow Food Mercado de la Tierra Mérida Norte, celebra este sábado su cuarto aniversario, en su sede del Parque Pista Roja de Cordemex.
El Slow Food es un movimiento que inició en 1989 y ofrece una alternativa saludable, contrarrestando el consumo de ingredientes procesados que contienen ingredientes químicos y en la mayoría de los casos nocivos para la salud humana. Slow Food busca fomentar que se regrese a un sistema de alimentación con opciones naturales, está presente en 160 países y tiene su sede en Italia.
Los Mercados de la Tierra tienen como objetivo ofrecer alimentos buenos, limpios y justos, para todos y conservar la biodiversidad agroalimentaria. Los productos en su mayoría son directos del productor al consumidor.
En estos espacios se venden hortalizas, legumbres y frutas cultivadas sin fertilizantes químicos, panes de masa madre, baguetes, postres saludables, miel orgánica, mermeladas sin azúcar, bebidas fermentadas, tacos, tamales, comida italiana, arepas colombianas, brotes, conservas, charcutería, huevo orgánico, alimentos veganos, tortillas de mano, granos y semillas, carne de avestruz, carne de res de libre pastoreo, leche y quesos de cabra, plantas y alimentos elaborados en las comunidades mayas
Actualmente, se pueden localizar Slow Food en países como Japón, China, Lituania, Colombia, Turquía, Uganda, Canadá y México.
Esta semana, el Mercado de la Tierra Mérida Norte cumple cuatro años de estar ofreciendo al cliente gran variedad de alimentos y mañana festejarán con sus clientes, con la la participación de un espectáculo de baile folklórico y ofreciendo obsequios para sus consumidores.
De igual manera, dentro del marco de su aniversario, próximamente lanzarán el servicio de pedidos en línea.
Los productores y artesanos locales exponen y venden directamente sin intermediarios. Cada comerciante es verificado por un comité para garantizar que el producto que se ofrece en el mercado sea bueno y saludable.
Cabe resaltar que en los Slow Food no sólo se venden y se compran alimentos de calidad, sino que se organizan también actividades educativas y sociales.
Los alimentos que se promueven en estos espacios destacan por ser buenos, dado que resultan saludables, frescos y de temporada; limpios, porque están mínimamente procesados y tienen un bajo impacto ambiental; además de justos, al respetar el trabajo de los productores y accesibles para los consumidores finales.