[vc_row][vc_column][vc_column_text]Radar Político/Columna
El proceso para renovar la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) sigue dando de que hablar, pero además ha puesto de relieve la grave crisis que se vive al interior del priismo yucateco.
Hace unos días Martha Góngora Sánchez, ex secretaria general de Gobierno en el periodo rolandista, denunció que fue víctima de violencia política de género.
En su demanda contó con el apoyo de las agrupaciones que la respaldaron en su objetivo de presidir la Codhey, y todas ellas coincidieron en que la ex secretaria de Gobierno fue víctima del bloqueo político por su condición de mujer.
La también ex directora del Registro Civil fue rechazada por el Congreso del Estado, que argumentó su filiación priista para frenarla, pero no fueron los partidos distintos al tricolor los que bloquearon a Martha Góngora, sino diputados de su propio partido.
Esa fue la línea que recibieron, pese a que algunos se inconformaron, pues lo menos que se esperaba es que recibiera el apoyo de sus propios compañeros de partido.
Las feministas no quitan el dedo del renglón diciendo que la bloquearon por su condición de mujer, pues argumentan que Martha Góngora tiene la suficiente preparación para presidir la Codhey, donde ahora el relevo parece que se definirá entre hombres.
Desde su creación y hasta ahora la Codhey ha sido encabezada solo por hombres.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]