[vc_row][vc_column][vc_column_text]El Programa Universitario de Diversidad Cultural e Interculturalidad de la UNAM se deslindó de Zósimo Hernández Ramírez, a quien Defensores del territorio maya de la Península de Yucatán acusan de ser un infiltrado de empresas vinculadas a la construcción de un parque solar en el municipio de Muna.
En una carta que enviaron al etnólogo José Manuel Del Val Blanco, director del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) de la UNAM, denunciaron los enfrentamientos que propicia Hernández Ramírez, quien se ostenta como eminencia indígena, entre los habitantes de la comunidad de San José Tipceh, en Muna.
La denuncia ante el directivo de la UNAM es porque se anunció la participación de Zósimo Hernández en un evento que patrocina los programas culturales y de derechos humanos de dicha universidad.
En la invitación se menciona que es un indígena nahua, etnólogo, académico e investigador de la UNAM, consultor y observador de organismos internacionales (ONU) en asuntos indígenas, preso político, coordinador de Asuntos Internacionales de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y miembro de la Academia Mexicana de Derechos Humanos (AMDH).
Se afirma que trabaja como defensor de las garantías individuales de los pueblos indígenas, y que ha participado durante años en el Proyecto Docente “México, Nación Multicultural”, que se imparte en diferentes planteles o facultades de la UNAM, proyecto impulsado por el Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) de la UNAM.
En su respuesta, José del Val indica que Hernández Ramírez dejó de participar en actividades del PUIC UNAM desde 2015, en consecuencia no puede suscribirse como colaborador del mismo.
Agrega que los convenios de colaboración con el PUED UNAM y con el el Seminario Permanente “Etnicidad, pluralismo jurídico y derechos humanos: herramientas para la defensa y construcción del constitucionalismo intercultural en México” no suponen algún tipo de vínculo con los ponentes del seminario.
Señala que el programa universitario no puede asumir responsabilidad alguna por las actividades académicas o profesionales de Hernández Ramírez; tampoco por los señalamientos hacia su persona, aspectos que exclusivamente a él compete aclarar.
Finalmente señala que en el Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad “consideramos que la relación entre la UNAM y los pueblos indígenas no puede sustentarse en condiciones de desigualdad y abuso de poder, en ningún caso y bajo ninguna circunstancia.
Como publicamos, la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal denunciaron actividades de Zósimo Hernández en la comunidad maya de San José Tipceh, Muna, donde la empresa de producción de energía eléctrica Vega Solar lo ha contratado para promover sus intereses contra los ejidatarios que defienden su territorio del despojo inminente y las afectaciones ambientales que implica el parque solar.
Aseguraron que el papel de Zósimo ha consistido en infiltrarse en las comunidades aprovechando su imagen de indígena y su preparación para sembrar la confusión entre los habitantes, provocando divisiones y enfrentamientos entre los pobladores, fundamentalmente a través de la compra de voluntades y de dar regalos.
En la carta que enviaron al directivo de la UNAM señalaron también:
Aprovechándose de la necesidad y la ignorancia que aquejan nuestra comunidad, el señor Zósimo le lleva a la gente pobre pelotas para los niños y cervezas para los adultos con el propósito de ganarse su confianza y posteriormente convencerlos mediante engaños y chantajes a que firmen los contratos de usufructo de la tierra de los ejidatarios en favor de la empresa. Zósimo los ha hecho firmar hojas en blanco o aceptar sin mayor discusión las cláusulas del contrato que favorecen a la empresa.
La gente que ha firmado en estos casos es en su mayoría mayahablante o bien gente que posee un nivel de español muy básico, por lo que no se encuentran en condiciones de comprender los términos jurídicos y técnicos que contienen los documentos.
El señor Zósimo ha denunciado penalmente a algunos compañeros por difamación, solamente porque se dio a conocer en la comunidad una nota en la que se hace referencia a los hechos sucedidos en la Sierra Norte de Puebla en relación con la celebración del procedimiento de consulta previa del proyecto Hidroeléctrico “Puebla 1” a cargo de la empresa Deselec 1, subsidiaria de Comexhidro, donde participó activamente el señor Zósimo, quien en aquel momento fungía como representante de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).
Muchos compañeros no están de acuerdo con la instalación del parque fotovoltaico (de casi un millón y medio de celdas solares) debido al impacto ambiental que va a generar en un lugar de por sí caliente, pues con este parque se estaría construyendo un horno para quemar vivos a los mayas.
El señor Zósimo no es una persona bienvenida en la comunidad ni en el territorio maya: lo consideramos un traidor de los pueblos indígenas, un marrano que habla a favor de ellos pero que, como servidor público en la CDI se prestó a burlar sus derechos, y ahora como empleado del sector privado no escatima medios para cumplir con su trabajo y desquitar su sueldo.
Esta es la razón por la que les dirigimos esta carta. Nos extraña que el señor Zósimo sea tan bien recibido y goce de tanta apertura en espacios de relevancia para la reflexión y difusión de nuestros derechos, siendo que su actuación fuera de los foros y aulas universitarias, el menos en fechas recientes, ha sido contra la vida de los pueblos, en particular de las comunidades mayas de la Península de Yucatán. La empresa y el gobierno están violentando nuestros derechos, y Zósimo es un operador de tales violaciones.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]