[vc_row][vc_column][vc_column_text]Altanera, preciosa y orgullosa, como una bikina, así lucía una beneficiaria de los programas sociales del DIF municipal de Tekax.
En primera fila en el informe que rindió la presidenta de la dependencia, Seraphine Weber, la abuelita escuchaba atenta, con porte de princesa maya, los logros que iba desgranando la esposa del alcalde Diego Ávila Romero, Dieguito como es más conocido en Tekax.
Un gran moño, como los que se lucen en días de fiesta, en noches de vaquería, retocaba el chongo que formaba sus cabellos, una mezcla de hilos de plata e hilos negro azabache.
No le temió a las fotos, al contrario hasta parecía posar para ellas, mostrando con orgullo su atuendo mestizo, sus alhajas al cuello y su perfecto perfil maya.
Es beneficiaria del club del adulto mayor, uno de los programas que ha puesto en marcha la señora Weber para aliviar el abandono ancestral que han sufrido las comunidades del sur de Yucatán, que se agravó con las últimas administraciones que encabezaron un “doctor del amor” y una autoproclamada “reina del sur”, que ni a los pies le llega a la “Bikina del Sur”, altanera, preciosa y orgullosa.
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