Vecinos del norte de Mérida que participan en el monitoreo de loros, organizado por la asociación Proyecto Santa María, lograron capturar por primera vez en fotografía a una cotorra argentina (Myiopsitta monachus), también conocida como perico monje, perchada en un árbol.
La cotorra argentina, conocida también como cata, catita o cotorra ventigrís, es un ave psitaciforme de la familia Psittacidae, originaria de América del Sur, donde habita en países como Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay. Esta especie mide unos 30 cm de largo y pesa alrededor de 140 g.
Aunque el hallazgo podría parecer una curiosidad, ha generado preocupación debido a que esta ave es considerada una especie invasora que se reproduce con facilidad y desplaza a especies nativas, incluyendo a otros loros.
La liberación de ejemplares en distintos puntos del país ha permitido su reproducción masiva, lo que representa una amenaza para la biodiversidad local. Según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la cotorra argentina está catalogada como un ave exótica invasora de alto impacto en México.
En regiones como la Ciudad de México, Chihuahua y Torreón, esta especie ya es considerada una plaga. Hasta ahora, en la Península de Yucatán, solo se tenía registro de su presencia en Ciudad del Carmen, Campeche.
Como posibles medidas de control, algunas autoridades proponen prohibir la comercialización de estas aves y fomentar la captura de ejemplares que se encuentran en libertad.
Este caso subraya la importancia de monitorear especies exóticas invasoras para proteger la biodiversidad local y evitar impactos negativos en los ecosistemas mexicanos.