Al parecer para ocultar alguna travesura o retraso al llegar a su casa, un niño de 10 presuntamente inventó una fantasiosa historia de que unos sujetos que iban en una camioneta pretendió llevárselo a la fuerza.
Su relató alarmó no solo a sus padres y demás familiares, sino también a la comunidad de dicho puerto, que ya desde el fin de semana andaba en problemas con unos chetumaleños “conflictivos”, los cuales fueron expulsados anoche de la comunidad.
Al principio las autoridades tomaron en serio el caso del niño de 10 años presuntamente “raptado”, pero luego se percataron que el menor estaba fantaseando cuando dijo que los ocupantes de la camioneta estaban armados y mencionaron que estaban yendo a matar a unas personas.
Además, no presenta lesiones y huellas de haberse arrojado de un vehículo en movimiento, como dijo.
De acuerdo con lo que se averiguó, aproximadamente a la una de la tarde, el niño de 10 años llegó a su casa y se encerró en su cuarto.
Al ver su comportamiento extraño su hermana de 18 años decidió hablar con él y menor le contó que estaba yendo a llevarle unos audífonos a su tío en el puerto de abrigo conocido como La Dársena.
De pronto fue interceptado por una camioneta tipo pick up, de color negro o amarillo, de la cual bajó una persona que lo sujetó por la cintura y lo subió a la camioneta.
Al avanzar aproximadamente un kilómetro a la altura de Real de Salinas, el menor abrió la puerta y se arrojó.
En el camino a su casa vio un motociclista al que le pidió que lo llevara a su casa.
El pequeño no presenta lesiones. Tampoco se logró ubicar una camioneta con las características que mencionó.
Al ampliarse el interrogatorio por parte de la policía, el menor cayó en contradicciones e incluso le agregó a la historia que, al parecer, se trataba de sicarios, porque tenían armas y dijeron que estaban yendo a matar a unas personas.