Las afectaciones económicas que sufren las familias debido a crecimiento inflacionario han obligado a que las familias pierdan poder adquisitivo. En los últimos dos años, las familias más pobres gastan hasta un 28 por ciento menos debido a una serie de factores ligados primordialmente a la capacidad de los trabajadores de poder generar mayores recursos para sus bolsillos.
En 2022, la Universidad Nacional Autónoma de México publicó un estudio socioeconómico sobre las condiciones salariales de las familias, donde indica de manera importante la pérdida del poder adquisitivo de las familias en la región.
El documento indica que, en 2023 y casi al cierre de 2024, el salario se ha convertido de sobrevivir a solamente para endeudarse mes a mes. Este caso ha llevado a las familias a laborar más, puesto que por el momento no son únicamente los jefes de familia quienes deben laborar, sino además los hijos deben integrarse.
Este último dato coincide con las cifras emitidas por la Secretaría de Educación de Yucatán donde se indica que, el ausentismo escolar en el estado se han incrementado de manera importante, principalmente en el sector de educación media superior, que deben de dejar sus estudios para incorporarse a tareas laborales debido a su condición económica.
En el mismo tenor, las cifras del incremento laboral infantil emitido por Coneval sobre el alto volumen de niños yucatecos que laboran en muy diferentes sectores económicos y suman unos 75 mil.
Sobre este mismo tema, el Inegi ha dado a conocer el acelerado incremento inflacionario que en sumando el último bienio suma un 16 por ciento a la canasta básica y productos de primera necesidad, comparando con el incremento al salario mínimo que si bien sumó un 40 por ciento, al trasladarlo al pago de insumos y servicios se reduce drásticamente.
Las cifras del Inegi advierten de un decremento significativo en el poder adquisitivo de las familias y esto también impacta al comercio, que radica en las implicaciones básicas en la calidad de vida del núcleo familiar, ya que de no prestar atención a este fenómeno que ocasiona el deterioro social y económico, principalmente entre las personas con los salarios más bajos.
Las condiciones económicas de las familias que trabajan en el sector de servicios son los más afectados, debido a la productividad, indica el informe del Inegi, con ello, los pocos insentivos que otorgan las empresas de este sector, en comparación con las condiciones que otorgan las empresas más grandes que otorgan mayores condiciones se apoyo.