[vc_row][vc_column][vc_column_text]A partir de este 27 de agosto, las áreas de consulta externa, laboratorio e imagenología del Hospital Materno Infantil de Yucatán comenzarán a brindar atención a mujeres en estado de embarazo, con lo que entrará en funciones dicho nosocomio, cuyas demás zonas iniciarán operaciones de manera gradual durante septiembre próximo.
Rumbo a su apertura, personal médico y de enfermería se encuentra recibiendo adiestramiento sobre las novedades de los instrumentos que emplearán, a cargo de los proveedores de los equipos. Esto es parte del proceso de preparación que los trabajadores tienen para ofrecer un servicio de calidad a las madres yucatecas.
El titular de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), Jorge Mendoza Mézquita, precisó que el cambio de sede se tratará de una mudanza bien planeada, rápida y ágil, para no afectar la operatividad del sistema médico. En el recinto actual, permanecerá un equipo de trabajo y una ambulancia, listos para atender y canalizar a quienes desconozcan sobre la reubicación y acudan al sitio a partir de este lunes.
De igual manera, añadió, se recibirá el apoyo de Centro de Salud de Mérida, colindante con la edificación antigua, cuyos trabajadores estarán a disposición para atender emergencias que no sean viables para traslado.
Así tiene que ser la transferencia, porque la gente no puede esperar la atención y ya estamos preparados para que se realice el cambio de manera paulatina pero pronta; por eso, nuestro personal ha estado viniendo a las capacitaciones, ya que aquí hay muchos equipos que no tiene ningún otro hospital en el sureste, ni público ni privado, afirmó.
El uso de los monitores cardiacos, las centrales de control, los ventiladores, la variedad de camillas, los sistemas de calentamiento, el carro rojo y desfibriladores son algunos de las actualizaciones que los integrantes de la plantilla de salud están adquiriendo.
Como parte de las actividades previas al inicio de labores en el moderno nosocomio, que reemplazará al antiguo inmueble ubicado en el Centro Histórico de Mérida, este día se realizó la prueba final de la carga plena de energía, que tuvo como finalidad garantizar la adecuada operación del sistema y del arranque de las plantas de emergencia, en caso de falta de suministro.
“Se puso a trabajar al sistema en su máxima potencia, simulando la carga total. Entonces, se ocasionó el corte de la electricidad para después entrar en funcionamiento el plan de emergencia en ocho segundos, muestra de la eficiencia con la que se cuenta”, indicó el coordinador de supervisión de la obra, Carlos Ricalde Medina.
Esta acción se efectuó como parte de la fase de pruebas de la infraestructura, que también se llevó a cabo en las instalaciones hidráulica, de aire acondicionado, de sonido y de gases medicinales, así como en la unidad de tratamiento de residuos.
El edificio cuenta con dos plantas de emergencia: la primera, con potencia de 350 kilovoltiamperios (Kva) para el funcionamiento de los aires acondicionados, y la segunda, de 750 Kva para el resto de las zonas críticas. En suma, tienen una capacidad de almacenamiento de 10 mil litros de combustible, que permiten una autonomía de hasta 36 horas.
Al respecto, Mendoza Mézquita detalló que, mediante el correcto funcionamiento de estos mecanismos, se podrá mantener la operatividad de las luminarias de todo el recinto, los quirófanos, los laboratorios y la unidad de choque, además de los departamentos de tococirugía, rayos x y urgencias.
Erigido al sur de la ciudad, mediante inversiones estatales y federales por 739 millones de pesos, esta construcción se suma a un complejo médico que existe en la capital, en cuyas inmediaciones se encuentra el Hospital de la Amistad Corea-México, que se enfoca en la salud infantil, específicamente en neonatología y pediatría, y que complementará sus servicios.
Hay que recordar que, con el nuevo espacio, se ampliará significativamente la capacidad de atención, ya que urgencias pasará de un consultorio a tres con seis camas, y consulta externa, de siete a 21; de una sala de parto y un par de quirófanos, se tendrá cuatro de cada uno. En el caso de las camas, se aumentará de dos de labor y una de posparto, a 16 en ambos casos; de una de postoperatorio, a 12; de una de observación de urgencias, a seis; de 28 obstétricas, a 40, y de una de aislado, a cinco.
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