[vc_row][vc_column][vc_column_text]Mirada Azul/Columna
Por: René Duperón
Con frases breves, pero difíciles de salir, los candidatos priistas a la gubernatura y a la alcaldía de Mérida reconocieron sus derrotas, en una actitud que rápidamente tranquilizó el ánimo de los yucatecos, y que a decir de muchos debió haber ocurrido mucho antes.
A partir del comunicado de Mauricio Sahuí, los yucatecos sintieron que llegó el momento de darle vuelta a la página de la etapa las votaciones, cuyo último acto protocolario se realizará este domingo con la entrega de constancia al gobernador electo.
Sin duda la derrota es dolorosa, y más en las circunstancias en las que ocurre la caída del PRI en Yucatán.
Hace 11 años fueron los blanquiazules los que lloraron pues también para ellos la derrota fue inesperada. Hoy les toca a los tricolores, pero así es la democracia, los yucatecos ya hablaron y su sagrada voluntad, como se repitió en los tres comunicados priistas que salieron unos tras otro, debe ser respetada.
En democracia ninguna derrota es para siempre, así como tampoco lo son las victorias.
¿Qué sigue ahora para el PRI? Sin duda lo primero es el examen de conciencia y luego tratar de recomponerse. Será decisión de ellos el tiempo que les lleve transitar de una etapa a otra.
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