[vc_row][vc_column][vc_column_text]Radar Político/Columna
Donde los golpes y enfrentamientos no se acaban es en el PRI Yucatán, que a unos días de que se realicen sus elecciones internas no logran ponerse de acuerdo.
Ni siquiera la llegada de dirigentes nacionales, que en el pasado lograba apaciguar a los más rebeldes, ha motivado que se asienten las aguas en el tricolor.
La discusión por las casillas que se instalarán en Mérida fue el punto más álgido de la discusión, que incluso provocó que se retrase la conferencia de prensa que ofreció este martes el secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Héctor Gutiérrez de la Garza.
Francisco Torres Rivas pedía que se instalaran 120 casillas en Mérida, pero finalmente solo se aceptaron seis en la capital y una por cada uno de los 105 municipios del interior del estado.
El ofrecimiento de piso parejo en la contienda interna que hizo el dirigente nacional no fue solo de dientes para afuera, sino producto de las advertencias que se hicieron en la prolongada reunión.
La molestia contra la cúpula que llevó a la derrota al priismo yucateco fue más que evidente. Incluso se advirtió que si esa facción del tricolor llega a imponerse a la mala, la Casa del Pueblo se convertirá en la funeraria más grande de México por el luto y la desolación que habrá a falta de militantes.
Así andan las cosas en el tricolor, donde el bloque conformado por Diego Lugo Interián, Francisco Medina Sulub y Eloy Quiroz Ávila muestra cada día más músculo, mientras en el otro bando se navega con un barco sin rumbo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]