Recientes estudios científicos demuestran que la zona arqueológica de X’baatun fue un importante asentamiento satélite de Izamal, con una antigüedad de hasta 23 siglos, ya que en las nueve hectáreas que conforma el núcleo central hay 60 edificios precolombinos, algunos con características arquitectónicas particulares, que la convierten en una ciudad maya única.
El especialista de la Universidad de Cantabria, España, Juan García Targa, destacó los logros obtenidos en seis años de trabajo conjunto con investigadores mexicanos en el sitio ubicado entre las comunidades de Tekal de Venegas y Dzoncauich, el cual destaca por su buen estado de conservación de las estructuras, ubicadas en una franja ecológica que libró la devastación por la ganadería y la explotación del henequén, dos actividades económicas que, del siglo XVIII a mediados del XX, mismas que degradaron zonas importantes.
Al participar en el Noveno Simposio de Cultura Maya Ichkaantijoo estableció que el análisis preliminar de los tipos cerámicos ha permitido reconocer que la ocupación de X’baatún abarcó desde el Preclásico Tardío (300 aC – 200 dC) hasta el Posclásico Temprano (1000 1200 dC).
En su ponencia “El proyecto X’baatun: balance de seis años de investigaciones de un proyecto colaborativo”, mencionó que el núcleo del sitio arqueológico, el cual está delimitado por un muro perimetral y junto a una aguada.
Puntualizó que el proyecto en el ‘lugar donde se recoge agua’ (el significado de su topónimo maya), inició a partir de 2018, efectuando un levantamiento de recorrido en superficie, así como fotogrametría, vuelos de dron, y a partir de 2024 con topografía de alta resolución, sondeos estratigráficos, además de entrevistas a antiguos pobladores que viven cerca de la zona arqueológica, que pertenecía a una hacienda, es decir, “hay todo un trabajo diverso”.

Señaló que se realizan sondeos de 3.5 por 1.5 metros para tener muestras cerámicas para conocer la secuencia de ocupación del sitio y se hacen estudios de los edificios mediante fotogravimetría con vuelos de dron, para su caracterización, para que en un futuro próximo, cuando se tengan los recursos, se pudieran intervenir las estructuras prehispánicas.
“El sitio es mucho mayor de lo que pensaba”, pues de acuerdo con el Atlas Arqueológico, de 1980, se perfiló y definió el sitio como de categoría de rango IV, después, con el proyecto Izamal se hicieron dos planimetrías de la zona arqueológica y se observó que el centro del sitio es mucho más grande de las 22 estructuras contabilizadas en un principio, y ahora son 60, distribuidas en nueve hectáreas.
Agregó que se determinó la existencia de edificios grandes, el mayor de 45 metros por lado y 17 metros de altura. Se trata de estructuras palaciegas con cuartos en su parte superior y plataformas habitacionales.
Remarcó que el centro del sitio estaría delimitado por una barda perimetral, alrededor de esta hay numerosas estructuras o unidades habitacionales, y a un kilómetro al sur existe otro núcleo, de nombre Kukulá, con numerosas estructuras, básicamente plataformas que están alrededor de una pirámide.
A pesar que es una ciudad satélite de Izamal, ubicada a 21 kilómetros, tiene pocas estructuras con megalitos, pero hay edificios de tipo Puuc.
Finalmente, indicó que el proyecto cuenta con financiamiento privado de Barcelona, España, con aval de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y la de Cantabria – Santander, España, así como del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).




