Un ambiente de denuncias internas y señalamientos por posibles abusos habría encendido las alarmas dentro de la Escuela Normal de Educación Primaria, donde estudiantes alzaron la voz ante lo que consideran una serie de irregularidades administrativas que estarían afectando su formación académica y su seguridad.
De acuerdo con el alumnado, existiría un presunto caso de acoso por parte del docente Jesús D. R. hacia alumnas de la institución, el cual habría sido reportado sin que se tomaran medidas concretas, ya que el profesor continuaría impartiendo clases pese a la solicitud de cambio por temor a represalias.
Se señaló que el director del plantel, Hilario Leoncio Vélez Merino, habría minimizado las quejas al negarse a realizar ajustes o acciones correctivas, además de mantener una postura autoritaria ante el personal y el sindicato, lo que habría agravado el conflicto interno.
Los estudiantes también denunciaron presuntas conductas irregulares por parte de directivos, entre ellas el incremento de personal administrativo sin justificación clara y la restricción de espacios como la biblioteca, situación que afecta directamente el derecho de los alumnos a contar con áreas adecuadas para el estudio y la titulación.
Ante estos hechos, los alumnos solicitan la intervención del gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, para que se atiendan las denuncias expuestas y se garantice un entorno educativo seguro, digno y libre de abusos para estudiantes y docentes.
Actualmente, dicho maestro continúa impartiendo clases, aún cuando se realizó formalmente la solicitud de cambio por el temor fundado de represalias académicas hacia las alumnas afectadas.
Asimismo, señalaron que el director de la institución, al que ya habían sacado de la institucion de desarrollo educativo por temas de prepotencia, respondió que “no quiere problemas”, negándose a realizar cambios o tomar medidas correctivas. De igual forma, presuntamente expresó de manera agresiva al sindicato que “él es el director y hace lo que quiere porque es su escuela”, demostrando una actitud autoritaria y poco profesional.
Por otro lado, los alumnos denunciaron la conducta de una subdirectora, de aproximadamente 25 años de edad, quien constantemente grita y falta al respeto a los docentes, generando un clima laboral hostil.
La administrativa Mónica Michelle Flores Arceo no sabe ni lo que es pedagogía ni tiene una formación académica relacionada, ya que es psicóloga. De igual manera, se señala a la subdirectora administrativa Sara Lucia Barroso, quien se limita a realizar llamadas relacionadas con temas políticos, dejando de atender responsabilidades fundamentales, como la solución de problemas de infraestructura, los cuales se han reportado desde hace más de mes y medio sin obtener respuesta.
Manifestaron que resulta especialmente preocupante que, a pesar de que se argumenta que la escuela no cuenta con fondos suficientes, se hayan agregado cuatro puestos administrativos, mientras que se niega el cambio del docente denunciado por acoso y no se atienden necesidades básicas de la institución.
También manifestaron su inconformidad por hechos ocurridos en la biblioteca, donde el director metió 4 personas más al personal administrativo sin justificación alguna, una de ellas es la maestra Martha Góngora, la cual padres de familia habían hecho todo lo posible por sacarla de la dirección de la escuela primaria Bernabé Argaez; el director afirmó que, si algún maestro se queja por tal situación, prohibirá el acceso de los estudiantes a los cubículos de la biblioteca, lo cual consideraron una amenaza directa al derecho de los alumnos a espacios de estudio.
Tomando en cuenta que uno de los cubículos está ocupado por este personal y quedó fuera del servicio de los estudiantes que antes era necesario para que los normalistas de 7mo semestre tomen sesiones de titulación y ante esta situación, el director dijo expresamente “No me molesten, que si alguien se queja le quito a los estudiantes el acceso a los cubículos y a los maestros los pongo a dar clases en la explanada de la escuela”.
Estas acciones refuerzan la percepción de prepotencia y abuso de poder por parte del director y la subdirector académica.
Por todo lo anterior, exigieron un cambio inmediato en la administración de la escuela, así como una investigación seria, imparcial y transparente sobre los hechos aquí expuestos.
