Durante 2020, de cada tres muertes maternas registrada en México, una fue a consecuencia del Covid-19, reveló el especialista de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Sudip Datta Banik.
Remarcó que ante el incremento de la mortalidad materna durante la pandemia, disminuyeron los servicios de salud reproductiva y control natal que aborda los embarazos de pacientes de alto riesgo.
Cada día mueren en todo el mundo 830 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Durante la pandemia por el nuevo coronavirus en México, estos casos aumentaron, pues los recursos de salud se reorientaron en gran medida para abordarla.
Como parte de la estrategia que la Secretaría de Salud implementó para la contención de la pandemia, las clínicas materno infantil se limitaron a brindar atención médica indispensable, y los hospitales públicos fueron reconvertidos para recibir y tratar adecuadamente a los pacientes con covid-19, suspendiendo todos los demás servicios hospitalarios convencionales.
Con el objetivo de estimar la razón de mortalidad materna y analizar la evolución clínica de gestantes hospitalizadas por síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) y Covid-19, un grupo de investigación encabezado por Datta Banik, realizó un estudio de vigilancia retrospectiva de la mortalidad materna en México entre febrero de 2020 al mismo mes de 2021, en relación con los casos del nuevo coronavirus en mujeres embarazadas.
Cifras del Observatorio de Mortalidad Materna en México revelan que, antes de la pandemia, la tasa de mortalidad materna fue de 31.2 por cada 100 mil nacimientos; durante la pandemia, esta tasa aumentó a 57.7 por cada 100 mil.
De acuerdo con Sudip Datta, México aún no ha logrado reducciones significativas en la mortalidad materna, ya que las hemorragias, infecciones y los trastornos hipertensivos todavía se asocian con muertes durante el embarazo, el parto o el periodo posparto.
Explicó que la vulnerabilidad de una mujer a la mortalidad materna se presenta principalmente por factores socioeconómicos, como la educación y la residencia, y físicos como las modificaciones del sistema inmunológico y respiratorio que agravan la situación del SDRA por Covid-19.
La indicación para las mujeres embarazadas confirmadas con el virus, pero sin síntomas de alarma, fue permanecer aisladas en casa durante 14 días y visitar un hospital reconvertido si estaban en trabajo de parto o si manifestaban síndrome respiratorio severo, acotó el investigador del Cinvestav – Mérida
En el caso de las embarazadas que no presentaban la enfermedad, se les aconsejó quedarse en su hogar para evitar una exposición innecesaria, lo cual impidió el acceso a servicios de atención prenatal.
En el periodo analizado se estudiaron un total de 42 mil 525 casos de mujeres embarazadas y puérperas en todo el país, que desencadenaron en mil 56 muertes, de las cuales, 835 se dieron entre las semanas 10 y 53, y 221 en las primeras 10 semanas de 2021
De acuerdo con datos de la Dirección General de Información en Salud de la Secretaría de Salud, el 33.2 por ciento de los casos analizados dieron positivo a coronavirus y derivaron en 299 fallecimientos, registrando una letalidad del 2.1 por ciento.
Los resultados mostraron que no todas las muertes maternas en México estuvieron directamente relacionadas con la infección por covid-19, sino con las condiciones no controladas durante el embarazo debido a la escasa disponibilidad de asistencia sanitaria.
Mencionó que se hicieron comparaciones entre las pacientes que murieron y las que sobrevivieron para identificar los factores y la distribución de las condiciones de salud subyacentes.
Enunció que el análisis reveló que las muertes de las mujeres hospitalizadas con SDRA, compatible con Covid-19, están relacionadas con otros padecimientos como el tabaquismo, asma y las enfermedades cardiovasculares.
l mismo tiempo, las pacientes con obesidad eran significativamente más propensas a ser ingresadas en la unidad de cuidados intensivos pues, aunque estos trastornos pueden no estar relacionados con la infección por Covid-19, las condiciones que prevalecieron en México durante la pandemia (el confinamiento a largo plazo) propiciaron que las situaciones adversas tratables desencadenen en mortalidad materna.
El análisis destaca la necesidad de una atención médica y obstétrica oportuna, organizada y eficiente en todo momento, pero especialmente durante una pandemia.
El investigador del Cinvestav señaló que se necesitan medidas para mejorar el acceso a una atención coordinada y bien organizada para reducir las muertes maternas relacionadas con el Covid-19 y los efectos colaterales de la pandemia
“Proporcionar a las mujeres embarazadas acceso a los recursos sanitarios necesarios en la comunidad y los entornos clínicos debe considerarse una prioridad”, concluyó