La atleta mexicana Mónica Rodríguez hizo historia y por partida triple en los Juegos Paralímpicos de Tokio.
De entrada, conquistó la prueba de 1,500 metros para débiles visuales, pero su hito tuvo mayor valor porque impuso un nuevo récord mundial al cronometrar 4 minutos, 37.40 segundos y además significó el centenario dorado para el país en justas paralímpicas.
Eso le valió celebrar de una manera muy peculiar. Acompañada de su guía, Kevin Aguilar, ambos portaron máscaras de lucha libre mientras posaban a un lado del tablero electrónico que validaba su gesta atlética.
México llegó a 100 medallas de oro paralímpicas luego de 13 participaciones. En su debut en 1972 no consiguió ni un solo podio, pero ahora está cerca de alcanzar los 300 metales. En Tokio suma tres oros con el de Mónica y totaliza ocho metales (cinco bronces) tras casi una semana de actividad.
El fin de semana resultó de mucho provecho para la delegación tricolor. El sábado se obtuvieron dos medallas doradas en pesas con Amalia Pérez y en natación con Jesús Hernández, además de un bronce en judo (Eduardo Ávila). Y hoy hubo dos bronces con Lenia Ruvalcaba (judo) y Diego López (natación), que secundaron el oro de Mónica, aunque oficialmente el logro de la corredora será registrado en el lunes 30 (debido al horario japonés).