La invasión de productos chinos de plástico, imitaciones de electrónicos, electrodomésticos e incluso de movilidad están copando los comercios y negocios de productos nacionales en el centro histótico de Mérida, tradicionalmente de comercios sirio libaneses, superando las ventas y la distribución de insumos, muchos de ellos con muy poca calidad.
La llegada de empresas minoristas que traen infinidad de mercancías importadas desde China están acaparando las condiciones del mercado local, incluso de importaciones extranjeras que antes tenían más demanda, incluyendo ropa, zapatos, aditamentos y accesorios de gran demanda entre la población económicamente más vulnerable.
Según cifras del Ayuntamiento de Mérida, en el centro de la ciudad se han instalado unos 230 comercios con mercancías y productos chinos, en locales principalmente rentados y con importantes bodegas que surten estos negocios, que venden una amplia cantidad de productos importandos a precios muy dispares a las mercancías locales, matando a la competencia nacional.
Con ello, las empresas de venta electrónica y plataformas con servicio por paquetería han innundando el mercado con catálogos, publicidad electrónica de modelos y novedades, que se distribuyen rápidamente y que desplazan a las mercancias de fabricación mexicana.
Según la Secretaría de Hacienda del Gobierno Federal, la importación de artículos de cocina, higiene y tocador del país asiático sumó 181.5 mdd entre enero y octubre de 2023, 54,6 por ciento más que 2019, dañando seriamente la competencia con empresas locales que poco o nada pueden hacer ante los precios que se ofertan, reduciendo la competitividad y destruyendo empleos.
La dependencia establece que, los sectores económicos más afectados son las artesanías y manualidades locales, contra la bisutería, productos escolares, utensilios de cocina, armazones de lentes, objetos para decoración del hogar y productos de belleza, como peines, cepillos, entre otros.
Detalla que, que aunque los productos sean más baratos en cuanto al precio, la calidad de los mismos aún deja mucho que desear, debido a que tienen muy poca durabilidad a comparación de productos que no son de procedencia china, además de que, muchos de estos negocios no paga impuestos por la mano de obra que desplazan y que al final genera desempleo en sectores económicos importantes.
En su caso en Mérida, las empresas y comercializadoras de productos asiáticos han copado los comercios rentando a pago adelantado los locales y con mínimas condiciones la instalación de negocios poco fiscalizados por el Gobierno, sobre la calidad de los insumos y el valor de las mercancías que dejan fuera de la competencia a decenas de micro y pequeños comercios locales.