Especialistas de Departamento de Farmacología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) prueban la combinación de dos antivirales para combatir el Covid-19, la cual se aplicará, en breve, en 120 mexicanos.
Forman parte del grupo científico interinstitucional que desarrolla el Ensayo Clínico del Estudio Fanzate, el cual busca obtener un tratamiento antiviral para combatir al SARS-CoV-2 en fase temprana, al combinar dos fármacos que cuentan con opciones genéricas.
El Ensayo Clínico del Estudio Fanzate en el que participan investigadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Cinvestav, la Universidad de Liverpool, la University College London y Hakken Enterprise, pretende realizar su ensayo clínico aleatorizado con placebo de terapia antiviral temprana contra Covid-19 en 120 pacientes derechohabientes del IMSS.
Durante la presentación del ensayo clínico, Tania Smith Márquez, miembro del grupo científico de Carlos Hoyo Vadillos, investigador del Departamento de Farmacología de este Centro, explicó que se propone una terapia antiviral, con la administración oral de los fármacos antivirales genéricos: favipiravir y nitazoxanida, los cuales tienen diferentes mecanismos de acción.
Comentó que la ventaja de la propuesta es que ambos medicamentos se administran por vía oral y cuentan con opciones genéricas, que se traduce en un precio accesible, y pueden tomarse en casa.
Además, al aplicar terapias combinadas es posible ofrecer dosis más bajas, disminuyendo la posibilidad de presentar efectos secundarios, acotó.
Enunció que en el caso del favipiravir, actúa como inhibidor de la polimerasa de ARN dependiente del virus para impedir su replicación y, ante el posible escape de alguna partícula viral, poner en juego la nitazoxanida, que impide al virus sintetizar su cápside, encapsularse y salir a infectar a otras células, al tiempo que ofrece un efecto inmunomodulador.
La selección de los fármacos se realizó a partir del análisis de 162 opciones, realizado en la Universidad de Liverpool, con potencial actividad antiviral para SARS-CoV-2, y ambos casos coincidían con tener poca probabilidad de presentar interacciones farmacológicas.
Añadió que la nitazoxanida se descubrió en la década de los 70 y se usa en México desde los 90 como antiparasitario con actividad contra varios virus, tal el caso de la influenza A, hepatitis C y VIH, entre otros.
Pero se tiene evidencia de que puede suprimir la tormenta de citocinas generadas durante la infección y es capaz de llegar a relajar las vías áreas durante la infección por SARS-CoV-2, subrayó.
Explicó que el favipiravir es relativamente nuevo y obtuvo su patente contra cepas resistentes de influenza en 2014, cuando se observó que se podía redireccionar para tratar SARS-CoV-2 se decidió liberar la patente.
Informó que en mayo de 2021 obtuvo una opinión favorable por el Comité de Nuevas Moléculas de Cofepris para usarse contra ese virus, como no se encuentra comercialmente en México se importó de la India para este ensayo.
Antes de seleccionar los fármacos para el ensayo clínico se hizo un estudio previo, mediante simulaciones computacionales, donde se observó qué medicamentos tenían una mayor probabilidad de logar una concentración suficiente en el tejido al que se deseaba llegar para erradicar al virus.
Indicó que se eligieron dos fármacos porque eso permite usar dosis más bajas; es muy común emplear terapias combinadas para tratar enfermedades difíciles como cepas resistentes de virus o bacterias y se usan combinaciones para atacar virus invasores por diferentes rutas
“Es como decir, atacamos al patógeno con un primer golpe y si trata de escapar lo atrapamos con un segundo”, explicó Smith Márquez.
Detalló que la dosis que se aplica también fue simulada por computadora e indicó una concentración más certera para atacar al virus y se va a usar una un poco más alta a la de otros estudios reportados con nitazoxanida.
Además, el ensayo usa dos fármacos de acción antiviral amplia, “como una bomba” y se espera sean efectivos contra las diferentes variantes del SARS-CoV-2, al atacarlo en momentos generales de su replicación.
Enunció que este ensayo clínico pretende verificar si con el tratamiento se disminuye la carga viral, al menos en un orden de magnitud de 10 veces, y comprobar la existencia de un efecto en la infección.
A partir de ello empezar los estudios de farmacocinética para verificar la dosis y hacer estudios fisiológicos.
De acuerdo con Carlos Hoyo Vadillo, investigador del Departamento de Farmacología del Cinvestav, se espera que al sumar los efectos de la nitazoxanida y el favipiravir se presenten resultados benéficos para combatir el SARS-CoV-2.