La fiesta se prolongó para una tercia de clientes del bar “El Venado”, en el municipio de Kinchil, quienes se mantuvieron en el local y continuaron ingiriendo bebidas embriagantes fuera de horario.
Sin embargo, el gusto no les duró mucho pues alguien reportó que pese a haber cerrado, en el establecimiento se escuchaba mucho ruido.
Al lugar, ubicado en la calle 18 entre 13 y 15 de Kinchil, se presentaron policías que llamaron a la puerta y salió una mujer que dijo ser la encargada.
Al ser interrogada sobre la escandalera en el local, la responsable del bar dijo que eran solo las meseras que estaban limpiando.
La respuesta de la mujer no convenció a los oficiales, que pidieron entrar y al hacerlo descubrieron a tres clientes que continuaban embriagándose.
Los sujetos fueron retirados del lugar y la encargada tuvo que apechugar las consecuencias de no acatar las disposiciones legales sobre el horario de funcionamiento.
Se supo que se le retuvo la documentación del bar, la cual sería turnada a las autoridades correspondientes.
