El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) – Yucatán se convierte en una bomba de tiempo ante las presuntas anomalías cometidas por el director de esta dependencia federal, Víctor Arturo Martínez Rojas, al negarse a dar una pronta solución a los diversos problemas de carácter urgente por resolver.
Lo peor de todo, a casi dos meses de su privada toma de posesión, tampoco ha dado solución a los numerosos temas pendientes cotidianos, provocando el enojo de los trabajadores, quienes ya planean el efectuar protestas, ante la ineptitud del funcionario.
De acuerdo con la información proporcionada por los afectados, Martínez Rojas sólo acude unos minutos a su oficina y luego se retira, sin dar una solución a las numerosas solicitudes, oficios, pendientes, y demás documentación, y lo peor de todo, a los problemas de carácter urgente.
En breve se cumplirán dos años de la protesta y cierre de la zona Arqueológica de Mayapan, por parte de los ejidatarios de Telchaquillo, comisaría de Tecoh.
Hasta el momento no hay una fecha para la reapertura de la zona arqueológica de Balamcanché y Loltún, a pesar que ya cuentan con las condiciones adecuadas para su aprovechamiento turístico.
Asimismo, prevalece el abandono del Museos de Dzibilchaltún así como de la Pinacoteca del Estado “Juan Gamboa Guzmán”, la cual permanece cerrada desde 2020, como parte de las medidas establecidas para la prevención del Covid-19.
Tampoco hay una fecha para la continuidad de las obras de rescate del Teatro José Peón Contreras, a raíz de su incendio en 2022.
Por ende, una vez más, el Centro INAH-Yucatán vuelve a estar en el ojo del huracán, ante la pésima labor de su titular.